La noción de damisela procede de dameisele, un vocablo del francés antiguo que puede traducirse como «señorita». El concepto tiene varias acepciones de acuerdo al contexto.
En algunos casos, se le dice damisela a una joven, sobre todo si tiene pretensiones de convertirse en una señora refinada y quiere ser tratada como tal. Por ejemplo: «El muchacho invitó a la damisela al teatro», «En las novelas, los héroes siempre están dispuestos a arriesgar su vida para salvar a una damisela en peligro», «La afligida damisela conmovió al policía».
También puede nombrarse como damisela a una mujer dedicada al ejercicio de la prostitución: «La bella damisela no tardó en llamar la atención del anciano», «Los investigadores creen que el empresario desaparecido pasó la noche con una damisela», «Este callejón suele llenarse de damiselas que ofrecen sus servicios».
Se conoce como damisela en apuros a la temática universal que aparece en la literatura, las artes plásticas, el cine y los videojuegos, en la cual una bella joven se encuentra en peligro por culpa de un villano y requiere que un héroe acuda a su rescate. La mujer, en este contexto, suele ser presentada como débil, ingenua y dependiente del hombre: por eso el tema es considerado machista.
En la Antigua Grecia se considera que está el origen del término o temática de la «damisela en apuros». Este concepto donde más puede encontrarse es dentro del conjunto de cuentos de hadas europeos que luego, muchos de ellos, se han convertido en clásicos de la literatura infantil e incluso en películas muy aclamadas de la factoría Disney.
Nos estamos refiriendo a «Blancanieves y los siete enanitos», «La Bella Durmiente», «La Cenicienta», «Rapunzel»…
Desde entonces en los diversos ámbitos artísticos y culturales hemos conocido otros muchos casos de damiselas en apuros. Así, por ejemplo, en el mundo del cómic la reportera Lois Lane siempre era salvada por Superman de las situaciones comprometidas en las que se metía. Y también nos topamos con Jane, que tenía a su «héroe» particular a Tarzán que la salvaba de los peligros de la selva.
Asimismo, no podemos pasar por alto que la palabra damisela se ha utilizado para darle forma a títulos de distintos libros a lo largo de la historia. Este sería el caso, por ejemplo, de la obra «La damisela del castillo», que es una leyenda original escrita por Víctor Balaguer.
Eso sin olvidar que también ese término se incluye en una canción que interpreta el tenor español Plácido Domingo. Nos estamos refiriendo a la que lleva por título «Damisela encantadora», que se lanzó al mercado en el año 1983 y que se incluyó dentro del álbum «La música de Ernesto Lecuona».
Un ejemplo de damisela en apuros es la Princesa Peach, el personaje femenino de la saga de videojuegos conocida como Mario Bros. Esta princesa siempre se encuentra cautiva de un monstruo y Mario debe salvarla.
Damisela, por último, es el nombre de una subfamilia de peces de la familia de los pomacéntridos. Se trata de animales de colores brillantes que suelen vivir en agua salada.
