El término latino afflictĭo llegó a nuestra lengua como aflicción.
Molestia o padecimiento es el significado que tiene esa palabra latina, que se formó a partir de la suma de varios componentes como son estos:
-El prefijo “ad-”, que puede traducirse como “hacia”.
-El sustantivo “flictus”, que es sinónimo de “golpe”.
-El sufijo “-cion”, que se utiliza para indicar “acción y efecto”.
Se trata de la consecuencia de afligirse o de afligir. Este verbo, por su parte, alude a generar un dolor, ya sea moral o físico.
Por ejemplo: “Siempre me hizo mal la aflicción de mis vecinos, por eso decidí involucrarme en política”, “En los instantes de aflicción, me aferro a Dios para salir adelante”, “El acusado pidió perdón por la aflicción que le causó a la familia de la víctima”.
La aflicción puede ser general o individual. Tomemos el caso de un seleccionado nacional de fútbol que pierde la final de un torneo con un gol que sufre en el último minuto del partido. Dicha derrota causa tristeza en la mayoría de los habitantes de ese país, ya que el fútbol es un componente muy importante de la cultura nacional. De este modo, puede decirse que la derrota deportiva provoca la aflicción del pueblo. Por supuesto, esta congoja no puede compararse con otras mucho más graves que involucran la salud o hasta la vida de las personas.
Un hombre al que le roban su automóvil, por otra parte, puede experimentar la aflicción derivada de la injusticia que padeció. Si una persona se esfuerza para comprar un bien y, de pronto, un delincuente la despoja de su pertenencia, la tristeza es inmediata. Dicha situación puede ser aún peor cuando el robo es violento.
Una aflicción física, por otra parte, puede generarse por un padecimiento crónico o por alguna circunstancia en particular. Una mujer que sufre tendinitis puede padecer una aflicción crónica en la zona del codo.
No podemos pasar por alto el hecho de que dentro del ámbito cultural también se utiliza el término que estamos abordando. Buena muestra de eso es que “Aflicción” es el título de una película estadounidense de 1998, que está dirigida por el cineasta Paul Schrader, quien también fue el encargado de llevar a cabo su guion.
Está basada en una novela del escritor Russell Banks y gira en torno a un viejo sheriff que un día asumirá una importante investigación. Se ha producido la muerte de un hombre en una partida de caza y todo el mundo cree que ha sido un accidente. Sin embargo, él tiene claro que no, tiene la certeza de que ha sido asesinado y hará todo lo que está en su mano para descubrir al culpable.
Nick Nolte, Sissy Spacek, James Coburn o Willem Dafoe son algunos de los actores que encabezan el reparto de este largometraje, que se enmarca dentro del género policíaco. Las interpretaciones de muchos de ellos fueron muy alabadas. De ahí que Coburn recibiera el Premio de la Academia como Mejor actor de reparto mientras que su compañero Nolte tuvo que conformarse con una nominación a los citados galardones.
