El concepto de ciática o ciático, que deriva del latín tardío sciatĭcus, puede emplearse de distintas maneras. Como adjetivo, refiere a aquello vinculado a la cadera (las partes salientes que se forman por los huesos que están sobre la pelvis). La noción también puede aludir al nervio ciático: el más grueso y largo del cuerpo, distribuido en músculos del pie, el muslo y la pierna.
Más allá de estas definiciones, el uso más habitual de la idea de ciática alude a una neuralgia de este nervio. La ciática, por lo tanto, supone un dolor en la zona de la cadera.
El ciático puede deberse a una irritación o una compresión de este nervio o de los nervios lumbares y sacros. La dolencia se puede experimentar en zonas de los pies y las piernas, en los glúteos o en toda la región lumbar. Junto al dolor puede aparecer una sensación de entumecimiento y hormigueo.
En concreto, los síntomas más habituales de la ciática son los siguientes:
-Dolor en lo que es la zona inferior de la espalda.
-Dolores que se alivian cuando el paciente se tumba o se acuesta.
-Dolor constante en una sola de las piernas.
-Sensación de hormigueo y de debilidad en una pierna.
-Dolor del pie o de los dedos del pie.
-Dolor punzante que surge, sobre todo, al caminar.
Debido a la ciática, una persona puede tener problemas para controlar o mover la pierna. Por eso se trata de un malestar que provoca una gran incomodidad y que puede obligar a permanecer en reposo hasta que se revierta.
Es importante tener en cuenta que la ciática puede generarse por diversos motivos. Por eso se debe determinar cuál es su causa para seguir el tratamiento correspondiente.
La estenosis espinal y la hernia de disco vertebral, por ejemplo, pueden generar ciática. Las mujeres embarazadas también pueden padecer esta neuralgia por la comprensión vertebral que genera el peso del feto y por la presión que el útero realiza sobre el nervio ciático.
Para minimizar los dolores provocados por la ciática, es posible recurrir a medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, a ejercicios de estiramiento y a masajes.
De la misma manera, hay que tener en cuenta que otros aspectos fundamentales del tratamiento de la ciática son los siguientes:
-Reposo.
-Aplicación de calor o de frío, que puede ayudar de manera notable a disminuir el dolor existente.
-Inyecciones epidurales de corticoesteroides que son muy útiles para bajar la inflamación y también para aliviar el dolor.
-En algunos casos, el tratamiento sustentado en las claves ya citadas o en los fármacos no consigue alivio de ningún tipo. En esa situación, habrá que recurrir a lo que es la cirugía. En concreto, esta puede ser de dos tipos: la laminectomía lumbar o descomprensión abierta y la microdiscectomía, que es una cirugía de clase menor. Esta última se lleva a cabo cuando la causa de la ciática es una hernia discal que es la que está pinzando el nervio discal. En cambio la primera cirugía consistirá en retirar la parte del hueso o del disco que sea el responsable del mencionado pinzamiento y suele contar con una efectividad que ronda entre el 70 % y el 80 %.
