El término copete, que es el diminutivo de copo, puede emplearse de distintas maneras. Así se llama al pelo que se levanta por encima de la frente. Por ejemplo: “Ten cuidado, no me despeines el copete”, “Cuando era joven llevaba copete”, “Ese muchacho con copete me parece muy atractivo”.
También se conoce como copete al mechón que tienen los caballos sobre la frente y a las plumas que ciertas aves presentan en la parte superior de su cabeza.
Los adornos que se ubican en el sector superior de muebles y espejos; la zona superior de los zapatos; y la cumbre de una elevación pueden recibir la denominación de copete.
Copete, por otro lado, puede aludir la petulancia, la altanería, la arrogancia o la altivez: “¡Qué copete tiene ese joven!”, “Recién comienzas tu carrera laboral, no deberías conducirte con copete”. Por extensión, la idea de “bajar el copete” refiere a domar el engreimiento o la jactancia de alguien: “Juan vino a mi oficina con un planteo ridículo pero ya le bajé el copete”.
En algunos países sudamericanos, el copete es el párrafo que se utiliza como anticipación o como resumen de una nota periodística, ubicándose debajo del título del artículo en cuestión. Al copete, que puede reemplazar a la bajada, también se lo llama arranque o entrada.
La función del copete es aportar información complementaria a la que aparece en la volanta, el título y, si está presente, la bajada. Una nota sobre un partido de tenis podría estructurarse de la siguiente manera:
Título: “Gran triunfo de Juan Martín del Potro”
Volanta: “El argentino se impuso en tres sets al número uno del mundo”
Copete: “El tenista tandilense superó a Andy Murray y clasificó a la final del Abierto de Estados Unidos. Roger Federer será su rival en el partido decisivo.”
Mucha gente disfruta de leer las noticias mientras desayuna, una costumbre que ha cambiado de formato a causa de la masificación de Internet y la pérdida de popularidad de la prensa en papel, pero que continúa muy presente en la cultura. Si bien nos exponemos a un gran número de artículos, normalmente no tenemos tiempo de leerlos todos por completo, y en este sentido la presencia del copete nos ayuda mucho.
Antes de continuar, cabe mencionar que el término copete es un acrónimo de la siguiente expresión: «copia pequeña del texto». Gracias a esta especie de resumen o adelanto, tenemos la posibilidad de enterarnos de los datos principales e la noticia, para decidir si adentrarnos en el cuerpo o buscar otra que nos interese más.
En este párrafo, que debe distinguirse del resto del texto por sus características físicas, como ser el tamaño de la fuente, se debe resumen la noticia de forma escueta y objetiva. Independiente del género del contenido, el copete es siempre su parte inicial y su importancia es considerable, ya que de su carácter depende en general que los lectores consuman el resto del texto.
Otro aspecto que los periodistas deben tener en cuenta a la hora de elaborar el copete de una noticia es que en sí mismo debe ser un texto informativo. En el caso de un artículo de interés general, una crónica o un reportaje, por otro lado, esto no es obligatorio, sino que suele tener la finalidad de captar la atención del lector por medio de ciertos recursos.
Una técnica muy usada para la construcción del copete es asegurarse de responder a las siguientes seis preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿por qué?. Si bien no es obligatorio cumplir con este requisito, y muchas veces tampoco es posible responder a las seis preguntas, se recomienda cubrir al menos cuatro de ellas.
