La Real Academia Española (RAE) no incluye el término cracker en su diccionario. Sin embargo, el concepto suele usarse en nuestro idioma con diferentes acepciones.
Se llama cracker a una especie de galleta que se elabora con harina, sal y otros ingredientes, pero sin levadura. Estos alimentos se cocinan en el horno y suelen ingerirse como aperitivo.
Es habitual que las crackers tengan queso, semillas o hierbas. Estos ingredientes pueden añadirse a la masa antes de la cocción o por encima una vez que las galletas ya están listas para su consumo.
Aunque pueden comerse sin acompañamiento, muchas veces las crackers se utilizan como base y se les agregan encima distintos alimentos: jamón, embutidos, quesos, etc. También se les puede untar manteca (mantequilla) u otros productos de consistencia similar, como ser mermelada.
Mucha gente adora las crackers, por tratarse de un alimento muy versátil, que se vende en una gran cantidad de sabores y formatos, además de permitir su combinación con un sinfín de otros, tanto dulces como salados. Pero una de sus mayores ventajas es que resultan ideales para calmar la sensación de hambre entre las comidas, especialmente para quienes necesitan controlar su peso.
En la mayoría de las dietas más comunes para bajar de peso encontramos las crackers como reemplazo del pan, no sólo porque en su versión básica tengan un contenido calórico y graso menor sino también porque su consumo puede medirse con mayor facilidad: por ejemplo, los nutricionistas pueden indicarnos comer un número determinado en cada comida.
Es importante recordar que siempre existen alternativas a los términos extranjeros en nuestra propia lengua, y se prefieren para que la comunicación sea clara y accesible a todas las personas hispanohablantes. En este caso, una alternativa válida es galletas crocantes; si bien no es lo que encontraremos en los paquetes de los productos comerciales, se recomienda su uso en el habla cotidiana para respetar la belleza y la riqueza de nuestro idioma.
Receta de crackers de espinaca y sésamo
Preparar crackers de forma casera no es una tarea difícil, y dado que las posibles combinaciones de ingredientes son virtualmente infinitas, podemos dejar total libertad a nuestra creatividad para dar con una interminable diversidad de sabores.
En este caso, veremos una sencilla receta para preparar crackers de espinaca y sésamo. Los ingredientes necesarios son los siguientes:
* 200 gramos de harina;
* una cucharadita y media de polvo para hornear;
* una cucharadita de sal;
* una cucharada de aceite (preferentemente, de oliva);
* aproximadamente 60 mililitros de agua;
* 80 gramos de espinaca fresca.
Mientras dejamos calentar el horno a 200°C, lavamos la espinaca y la licuamos con el agua, hasta que se forme una mezcla suave. Por otro lado, colocamos los ingredientes secos en un bol, los mezclamos y los echamos en el recipiente de la espinaca, incluyendo el aceite de oliva. Mezclamos todo y amasamos hasta que la masa tenga una buena consistencia, asegurándonos de que no quede pegajosa.
Extendemos la masa sobre una asadera previamente enmantecada y enharinada, la estiramos hasta conseguir una capa delgada y luego la cortamos en pequeños cuadrados. Finalmente, llevamos todo al horno hasta que las crackers se vean crocantes (el tiempo de cocción aproximado es 20 minutos).
Cracker informático
En el terreno de la informática, por otra parte, se conoce como cracker a la persona que consigue vulnerar o violar un sistema de seguridad. Los crackers suelen eliminar, de manera ilegal, las restricciones establecidas por la licencia de un software.
Un cracker puede crear un parche informático (conocido como crack) que modifica un programa sin autorización de su creador. Una empresa de software, por ejemplo, incluye en el código de un programa diversas restricciones para impedir que sea copiado y utilizado ilegalmente. A través de un crack, un cracker puede quitar esas trabas y posibilitar el uso del software aun sin contar con la licencia correspondiente.
Los crackers, por otro lado, pueden tomar el control de un sistema para acceder a datos privados y robar o eliminar la información.
