Se llama disfraz al vestuario que permite ocultar la identidad. Quien usa un disfraz lo hace con la intención de no ser reconocido. Por ejemplo: “A la fiesta de mañana asistiré con un disfraz de Batman”, “Los delincuentes que ingresaron al banco utilizaban disfraces de payasos”, “Juan, ¿eres tú? No te reconocí con ese disfraz”.
Los disfraces pueden tener distintas características. Muchas veces incluyen máscaras, antifaces, maquillaje u otros elementos para modificar o esconder la fisonomía del rostro de las personas. En otros casos, se limitan a prendas de indumentaria que el sujeto luce para dar vida a algún personaje.
Precisamente en este sentido tenemos que destacar una larga lista de personajes de ficción que recurren al empleo de un disfraz para tomar otra identidad, esconder su apariencia habitual y convertirse en un superhéroe. Este sería el caso de figuras tales como el joven fotógrafo Peter Parker que se disfraza para ser Spiderman, del periodista Clark Kent que pasa a convertirse en Superman cuando se pone un disfraz o del empresario multimillonario Bruce Wayne que pasa a ser Batman.
De la misma manera, dentro del mundo del cómic español no podemos pasar por alto la figura de Mortadelo, se trata de un divertido personaje de la saga “Mortadelo y Filemón”. Es un agente secreto de la T.I.A (Técnicos de Investigación Aeroterráquea) que utiliza los disfraces para camuflarse y pasar desapercibido en las distintas misiones en las que participa.
Por supuesto, no hay que pasar por alto que también los delincuentes pueden recurrir al empleo de disfraces para cometer sus fechorías. Así, por ejemplo, es habitual que numerosos ladrones de bancos se disfracen para ocultar su identidad a la hora de asaltar una entidad bancaria.
Y eso es algo que ha quedado reflejado en multitud de películas y series que han girado en torno a atracos. Así, por ejemplo, en la serie española de televisión “La Casa de Papel” se muestra que un grupo de hombres y mujeres que van a robar en la Fábrica de Moneda y Timbre ocultan su aspecto vistiendo un mono rojo de operario y una careta que se asemeja al rostro del pintor Salvador Dalí.
Se denomina fiesta de disfraces a aquella cuya premisa es que todos los invitados asistan disfrazados. En este contexto, el ocultamiento de la identidad no es primordial, sino que lo más importante es sorprender con el disfraz. En ocasiones hasta se premia a los disfraces más originales o divertidos.
Ciertas celebraciones populares también giran en torno a los disfraces. En la Noche de Brujas, los niños se disfrazan para pedir golosinas. Los carnavales suelen festejarse con máscaras y, en ocasiones, con determinados trajes.
En el deporte profesional, es habitual que existan las mascotas: personajes que un sujeto interpreta usando un disfraz. Las franquicias de la NBA cuentan con mascotas que entretienen al público antes de los partidos y en los tiempos muertos. Una de las más famosas es el gorila de los Phoenix Suns.
La idea de disfraz, por último, puede emplearse en sentido simbólico para nombrar a aquello que permite ocultar una intención: “La simpatía del joven era solo un disfraz para ganarse la confianza de las mujeres a las que luego abusaba”, “Detrás del disfraz de empresario solidario se esconde un hombre que no respeta los derechos de los trabajadores”.
