Pronunciamiento es una noción con diferentes alcances. En el ámbito del derecho, el término refiere a la orden o la declaración que emite un tribunal, un juez o una entidad a cargo de juzgar.
La utilización más habitual del concepto, de todos modos, se vincula con una sedición o una insurrección que impulsa un líder militar contra un gobierno. A diferencia de un golpe de Estado tradicional, que consiste en una acción armada ejecutada de manera rápida, el pronunciamiento comienza con una declaración pública.
La idea de pronunciamiento suele vincularse a una insurrección o una sedición.
TemasPronunciamiento del ejército
Cuando un líder del ejército emite un pronunciamiento, lo que hace es anunciar a la sociedad su oposición a las autoridades vigentes. Por supuesto, antes del pronunciamiento, el militar ya habrá reunido voluntades que le permitan conformar un grupo capaz de ejercer una presión real sobre el poder.
Lo que se espera es que, a partir del pronunciamiento, otras fuerzas armadas y distintos sectores sociales se sumen al planteo. En caso de lograr las adhesiones necesarias, el pronunciamiento suele derivar en un pedido de renuncia a los gobernantes.
Si el pronunciamiento no consigue sumar apoyo, se lo considera fallido. El militar que levantó su voz, por lo tanto, deberá exiliarse o someterse a la Justicia, no pudiendo continuar en funciones ya que no es leal a las autoridades.
A lo largo de la historia han existido numerosos pronunciamientos.
Ejemplos históricos
Existen numerosos ejemplos de pronunciamientos a lo largo de la historia. En 1821, el militar español Rafael de Riego hizo un pronunciamiento para reestablecer la Constitución de Cádiz, conocida como La Pepa.
En la localidad sevillana de Cabezas de San Juan fue donde esta figura llevó a cabo el citado pronunciamiento, con el que vino a dejar patente que se encontraba en contra de la figura del rey vigente en ese momento, Fernando VII. Y es que consideraba que este no sólo tenía subyugada a la población, a la que obligaba a pagar unos impuestos muy elevados, sino que además ordenaba luchar a los soldados españoles contra América, provocando la muerte de miles de ellos.
Dicha actuación cometida por Riego supuso el fin del periodo conocido como Sexenio Absolutista y el inicio de una fase liberal, a la que se denominó el Trienio Liberal, que se desarrolló entre 1820 y 1823.
De la misma manera, en España se produjo otro significativo pronunciamiento posterior, el de Primo de Rivera, que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1923. Este se manifestó en contra del orden constitucional establecido y determinó que era necesario que el poder político recayera en los militares como él. La postura del rey Alfonso XIII fue darle el visto bueno a ese golpe de estado, lo que permitió que el citado capitán general pusiera en marcha una dictadura desde ese momento, que vino a durar siete años.
En torno al porqué del pronunciamiento de ese militar existen muchas opiniones. Así, hay quienes consideran que fue debido a los conflictos sociales y al papel cada vez más crucial que tenía el rey. No obstante, hay otros historiadores que creen que se llevó a cabo para evitar que se pudiera producir la democratización el régimen y el sistema político reinante.
Treinta años después, en Argentina, se produjo el pronunciamiento de Justo José de Urquiza. Este general aceptó la renuncia que todos los años presentaba Juan Manuel de Rosas a dirigir las relaciones externas de la Confederación Argentina, convencido de que no la aceptarían. En 1851, sin embargo, Urquiza aprobó la renuncia y concretó su histórico pronunciamiento.
