Soslayar es un verbo que tiene dos grandes usos. Por un lado, refiere a la acción de ubicar algo de manera tal que logre atravesar un hueco o un espacio estrecho. Por ejemplo: “Tienes que soslayar el estante si quieres que encaje ahí”, “Sin soslayar la pieza, no lograrás armar el dispositivo”.
Otro uso del concepto, más frecuente, es simbólico y está vinculado a lo que hace una persona cuando prefiere no reparar en una cosa que le genera problemas o inconvenientes: “Debemos soslayar el contexto macroeconómico y seguir apostando por nuestra empresa”, “No quiero soslayar el aporte del diputado, pero la realidad es que el proyecto ya está definido”, “Es imposible soslayar un hecho de semejante magnitud a la hora de hablar sobre la historia del país”.
Soslayar implica conseguir que algo atraviese un espacio estrecho.
TemasUso simbólico de soslayar
Cuando un individuo soslaya algo, lo que hace es no prestarle atención o tratar de minimizar su influencia o importancia. La decisión de soslayar, por lo tanto, es consciente y tiene algún objetivo. Un político puede soslayar el trabajo de un dirigente de otro partido para evitar acrecentar su figura o para no reconocerle méritos que puedan aportarle votos. En un sentido similar, el director técnico de un club de fútbol puede soslayar los logros de un futbolista al que separó del plantel y luego triunfó en un nuevo equipo.
Al creer que algo o alguien merece un reconocimiento, por otra parte, una persona puede exigir que no se soslayen sus méritos. Supongamos que las autoridades de una ciudad deciden homenajear a un grupo de cantantes por sus trayectorias. El hijo de un artista que quedó fuera del reconocimiento en cuestión puede pedir que no se soslaye la carrera de su padre.
Soslayar la mirada supone observar con disimulo.
Etimología del término
Con respecto a su etimología, el verbo soslayar (entendido como pasar por alto una cuestión con el propósito de evitar o esquivar una dificultad) deriva del adjetivo soslayo, el cual se define como oblicuo o pasado por un lado, y que es sinónimo de soslayado. Este término puede haber sido concebido a partir del prefijo latino sub- (que puede indicar inferioridad o disminución, o bien significar «debajo de» o «bajo», y que se encuentra en palabras como sonreír, subsuelo y soasar, en sus formas son-, sub- y so-, respectivamente) y de la palabra latus (que significa lado).
Sin embargo, el etimólogo y filólogo español Joan Coromines i Vigneaux, nacido en Barcelona en el año 1905 y fallecido en la misma ciudad en 1997, no opinaba lo mismo. Según sus estudios, antiguamente el término soslayo se conocía como deslayo y venía del francés d»eslais (a gran velocidad, de manera impetuosa), el cual derivaba de s»eslaissier (abalanzarse con ímpetu, obligar a un caballo a avanzar con ímpetu, golpeándolo con una lanza mientras galopa), que a su vez venía del verbo laissier (dejar).
Este último término, laissier, es la forma antigua del actual verbo laisser (abandonar a alguien o algo, no participar de un asunto), y forma parte de la expresión laissez faire, laissez passer, una expresión que se traduce como dejen hacer, dejen pasar, y se refiere a una libertad absoluta en el ámbito económico (entendida como libre manufactura, libre mercado, impuestos reducidos o nulos, libre mercado laboral y una intervención por parte del gobierno casi inexistente). Por último, laissier tiene su origen en el latín laxare (soltar, aflojar), del cual obtuvimos lejos y laxante.
Soslayar la mirada
La expresión mirada de soslayo, que en Madrid también se conoce como guipa al soslayo, hace referencia a mirar una cosa o a una persona con disimulo.
Esta mirada puede realizarse por encima del hombro, hacia un lado, o bien de reojo; o sea, sin volver la cabeza. También es común oír la frase soslayar la mirada, que tiene el mismo significado.
