Suposición, del latín suppositio, es la acción y efecto de suponer (dar por existente algo, dar existencia ideal a lo que no lo tiene, conjeturar a través de indicios). Por ejemplo: “No te enojes conmigo, era sólo una suposición”, “La suposición de Juan Carlos no era incorrecta: vamos a tener que hacer horas extras”, “Un presidente no puede guiarse por suposiciones”.
Una suposición, por lo tanto, es aquello que se supone. Lo supuesto se da por sentado cuando aún no ha sucedido, o pese a que no existan pruebas al respecto. Una persona que sale a la calle y encuentra la acera húmeda puede suponer que, horas antes, estuvo lloviendo. Sin embargo, no podrá comprobar dicha suposición hasta no hablar con alguien que haya visto u oído la lluvia, dado que el agua en el suelo puede deberse al rocío matutino, típico de ciertas épocas del año, o, si la observación no hubiera sido muy precisa, a la acción de un camión de limpieza de la vía pública.
Una suposición implica dar por sentado algo que no se sabe si ocurrió o que todavía ni siquiera se produjo.
TemasLa suposición como predicción
La suposición también puede tratarse de una anticipación o una predicción. Antes de comenzar un torneo de fútbol, es posible suponer que dos equipos jugarán la final ya que sus antecedentes y la calidad de sus jugadores permiten inferir esta información.
Para comprobar dicha suposición, habrá que esperar a que el torneo se desarrolle, ya que los partidos deben disputarse para poder saber quién es el ganador.
Un juez no puede dictar un fallo basándose en suposiciones.
El concepto en el ámbito judicial
En ciertos ámbitos, las suposiciones no tienen valor. Un juez no puede condenar a un sospechoso porque supone que es culpable, sino que tiene que dar un veredicto basado en pruebas fehacientes. De esta manera, la suposición deja de ser tal y se convierte en una certeza.
Se conoce como suposición de parto al delito que consiste en fingir que se ha dado a luz, y esto puede llevarse a cabo de dos maneras bien definidas: por un lado, se puede presentar a un niño como fruto del parto de una mujer que, en realidad, no es su madre; la otra alternativa es que el parto quede implícito ante la inscripción de un hijo ajeno como propio. El primer caso se conoce como suposición de parto propia y el segundo, suposición de parto impropia.
Dada la complejidad de dicho acto delictivo, existen varias posibles configuraciones para su ejecución: que participe o no un cuerpo médico en el parto; que dichos profesionales sean o no partícipes del delito; que exista un certificado de nacimiento, ya sea falso o auténtico pero modificado en forma ilegal. Todas estas variables, cada una con sus dos posibilidades, hacen más fácil la comisión de una suposición de parto.
Los médicos y la suposición de parto
Con respecto a la participación de personal médico en el parto, es importante recordar que no se trata de un requisito, sino de una opción; además, muchas mujeres que viven en zonas rurales o que se encuentran, por determinadas circunstancias, incomunicadas con un centro de salud, se ven forzadas a optar por un alumbramiento natural, sin ayuda de la ciencia.
La suposición de parto es un delito que suele ser premeditado y cuidadosamente planificado; a menos que se cuente con la ayuda de un facultativo, lo normal es que no se acuda a un hospital para fingir el alumbramiento. En este caso, serán los padres quienes den fe del nacimiento de su supuesto hijo ante el Registro Civil, a través de una declaración que incluye la cumplimentación de un formulario y que puede acompañarse por la presentación de un certificado de nacimiento.
Por último, cabe mencionar que la participación de un facultativo en la comisión de este delito no siempre es voluntaria; si una familia consigue, por diferentes medios, convencerlo de la autenticidad del parto, es posible que firme el certificado de nacimiento con la información falsa, creyéndola verídica.
