Suspiro es un término con origen etimológico en el vocablo latino suspirĭum. La primera acepción mencionada en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a inhalación profunda que es continuada de manera inmediata por una exhalación y que, en ocasiones, se acompaña con un gemido.
El suspiro, en este caso, es un tipo de expresión que denota tristeza, angustia, deseo o melancolía. Las personas pueden suspirar de forma consciente o, en muchos casos, de una manera casi automática o inconsciente. Por ejemplo: “Al escuchar el parte médico, el joven lanzó un suspiro: sabía que aún le quedaba mucho camino por recorrer”, “El suspiro del anciano fue imperceptible”, “Entre suspiros y jadeos, la pareja se entregó al amor”.
Un suspiro es una inhalación profunda seguida por una exhalación.
TemasCaracterísticas de un suspiro
La respiración se da de forma involuntaria pero obligatoria: no podemos dejar de respirar ya que necesitamos el oxígeno que obtenemos mediante este proceso para continuar con vida. El suspiro es similar en cuanto a que no podemos forzarlo, pero se diferencia en que es mucho menos frecuente y que denota un estado de ánimo en particular.
Puede servir, por lo tanto, como una prueba irrefutable de las emociones que atraviesa una persona en un momento determinado. Claro que no todos suspiramos con la misma frecuencia, sino que hay quienes experimentan este fenómeno mucho más seguido que otros, pero en ningún caso se puede fingir.
Al merengue o meringue también se lo conoce como suspiro.
El término en el lenguaje coloquial
En el lenguaje coloquial, la idea de suspiro suele vincularse a un periodo temporal de muy corta duración: “La felicidad para el equipo local duró un suspiro ya que, un minuto después de haber marcado el primer gol del partido, su rival consiguió el empate”, “En esta casa, la tranquilidad no es más que un suspiro”, “Las vacaciones se esperan durante varios meses pero terminan en un suspiro”.
En estos tres ejemplos, el concepto nos da a entender que cuando se usa con esta connotación siempre hay una parte que no se queda conforme con la duración representada mediante el término suspiro. Si pensamos en el equipo de fútbol que disfrutó de su potencial victoria durante tan sólo un minuto, sobra decir que le habría gustado saborearla por mucho más tiempo. Las discusiones o problemas que tienen lugar con demasiada frecuencia en una casa de familia o las vacaciones que se terminan antes de que podamos darnos cuenta tampoco son situaciones agradables.
En el primer párrafo se definen las razones por las que suspiramos los seres humanos, y entre ellas se mencionan la tristeza y la angustia. Podemos pensar que cuando usamos el término suspiro para hacer referencia a una duración demasiado corta, también podría ir acompañada de un suspiro de frustración representado por una frase al estilo de «Ah… ¿ya se ha terminado?».
El último suspiro
La expresión “último suspiro”, por su parte, hace mención al instante final de algo: “El conjunto estadounidense consiguió el triunfo con un doble en el último suspiro”, “El oficialismo logró reunir los votos necesarios en el último suspiro de la asamblea”, “Por suerte logré comunicarme con el proveedor en el último suspiro de la jornada”.
Cuando nos llega la hora de morir, la respiración es una de las funciones del cuerpo que varía de forma más evidente, volviéndose más pausada y, dependiendo del caso, produciendo un sonido más acentuado, similar al del suspiro. En una situación donde la persona fallece tranquila, simplemente recostada esperando el momento en compañía de sus seres queridos, es posible apreciar este «último suspiro», que marca el comienzo del difícil duelo para los demás.
El merengue
Suspiro, por último, es el nombre de una preparación gastronómica que en algunos países se conoce como meringue o merengue.
Este dulce se elabora con clara de huevo y azúcar y se utiliza en la preparación de distintos postres, aunque también puede comerse directamente.
