La idea de ultramar alude a aquello que se ubica al otro lado del mar.
Ultramar es un lugar que se encuentra al otro lado del mar, tomando en cuenta el punto en el cual se habla. Esto quiere decir que no exista un país o una isla que siempre pueda ser calificada de ultramar, sino que dicha denominación se desarrolla según la ubicación de quien está pronunciando la expresión.
Para España, por ejemplo, ultramar son las regiones americanas o asiáticas. El concepto adquirió un matiz político ya que, en la época del Imperio español, el término permitía nombrar a las colonias españolas en América, Filipinas y las islas del océano Pacífico. La administración y el gobierno de estos territorios estaban a cargo del Ministerio de Ultramar.
TemasMinisterio de Ultramar
La creación del Ministerio de Ultramar tuvo lugar recién en 1863, y hasta ese momento los territorios ultramarinos fueron sometidos a diversas formas de administración. En 1836 una reforma dio lugar a la creación de los ministerios y la denominación de «ultramar» fue adoptada por la Secretaría de Estado y Despacho de Marina. Una década más tarde, se instauró una Dirección General homónima, que formó parte de varios ministerios hasta convertirse en uno en sí misma. El Ministerio de Ultramar cesó de existir a través del Real Decreto del 20 de abril de 1899, en parte como consecuencia de la Guerra de Independencia de Cuba del año anterior.
Otra institución española vinculada a esta noción era el Consejo Real de España y Ultramar, que sustituyó durante un tiempo al Consejo de Estado. Los comercios que se dedicaban a la venta de los productos alimenticios obtenidos en las tierras americanas se conocían como tiendas de ultramarinos.
El uso de la noción de ultramar depende de la ubicación geográfica del hablante.
Tiendas con productos importados
En la actualidad, siguen existiendo en España las tiendas de ultramarinos, aunque ya no distribuyan productos obtenidos procedentes de América. Por lo general, se trata de locales pequeños y sencillos, con un mostrador muy característico y una serie de instrumentos indispensables para su funcionamiento, como lo son una balanza y una guillotina. Sopa, legumbres, leche y pescado son algunos de los artículos alimenticios que se pueden obtener en una tienda de ultramarinos, conocida en algunas regiones de América como almacén o colmado.
Mercadona es el nombre de una cadena de supermercados de gran importancia en el territorio español; pero muy pocos saben que en sus orígenes, no tan distantes, no era más que una sencilla tienda de ultramarinos con ocho sucursales. Desde que su fundador la vendió a su hijo, Juan Roig, en 1891, el crecimiento del actual coloso fue exponencial: en tan solo tres décadas se convirtió en el número uno a nivel nacional, con una facturación multimillonaria y más de 1.350 establecimientos.
Específicamente entre los años 1998 y 2003, el volumen de sus ventas comenzó a crecer a un promedio de un 25% por año, casi tres veces el ritmo considerado normal en su rubro. Estas cifras se vuelven aún más impactantes si se toma en cuenta que sólo podían ser comparadas con las de Wal-Mart, proveniente de Estados Unidos y conocida en todo el mundo.
Usos del término ultramarino
Pese a que el término ultramarino no es demasiado frecuente en el vocabulario actual de la lengua castellana, su equivalente inglés (overseas) sí se utiliza habitualmente en dicho idioma. Los deportistas estadounidenses que juegan en el extranjero se desempeñan “overseas”.
El azul ultramarino, por último, es el lapislázuli pulverizado (una gema de la joyería) que se utiliza como color en la pintura. También es la pasta de añil y la materia colorante que se fabrica a partir de la mezcla de sulfato de hierro, arcilla y bisulfuro de sodio. Es habitual que esta mezcla se utilice en reemplazo del lapislázuli pulverizado.
