Vacante es un adjetivo que hace referencia a aquello que está sin ocupar o sin proveer. Puede tratarse de un espacio físico, un puesto laboral o un premio.
Por ejemplo: “Hay una vacante en el departamento de ventas”, “La renuncia del entrenador dejó vacante uno de los puestos más codiciados del fútbol argentino”, “El premio mayor quedó vacante ya que no hubo apostadores con más de cinco aciertos”.
Una vacante puede ser un puesto laboral que no está ocupado.
TemasVacante laboral
El uso más habitual de concepto está relacionado con una posición, un cargo o un puesto. La vacante puede completarse con la incorporación de una persona ajena a la organización en cuestión (en el caso de un empleo, se contrata a un nuevo trabajador) o a través de un movimiento interno (si queda vacante el puesto de presidente de una corporación, puede ser asumido por un directivo de menor rango en la escala jerárquica que logra un ascenso).
Las grandes compañías suelen proceder de manera diferente a las pequeñas empresas cuando necesitan cubrir puestos de trabajo. Por lo general, sus sitios de Internet cuentan con una sección permanente a la cual se puede dirigir cualquier persona que desee formar parte de su equipo (bajo la etiqueta de «Empleo» o «Trabaja con nosotros», entre otras posibilidades).
Dicho apartado suele consistir de tres partes básicas: la primera, a modo de presentación, busca comunicar los beneficios profesionales y personales de la experiencia ofrecida, muchas veces citando comentarios de varios de sus empleados; seguidamente, se detallan los principales puestos de su organigrama, resaltando las posibilidades de hacer carrera dentro de la empresa (recibir una formación que excede los límites de una simple capacitación para una serie específica de tareas, lo cual permite a los empleados ascender dentro de la misma compañía a medida que mejora su currículum vítae); por último, se listan los puestos vacantes y se presenta un formulario para realizar una solicitud.
Otra práctica muy común en las empresas de gran envergadura consiste en comunicar a sus empleados acerca de las vacantes disponibles y pedirles que hagan llegar dicha información a sus amigos y familiares, de modo que si interesa a alguno de ellos puedan concederles una entrevista. De esta manera, las compañías evitan hacer pública su búsqueda de personal y se benefician al contratar a alguien de confianza.
En algunos contextos, las vacantes son cupos.
Cupos en establecimientos educativos
Los centros de formación tienen un número limitado de vacantes por ciclo educativo, y muchas veces exigen a los estudiantes interesados superar una serie de evaluaciones. Por un lado, se realiza un examen psicológico, que busca garantizar la aptitud cognitiva de la persona para enfrentar el programa educativo del instituto; del mismo modo, se suele verificar su nivel de conocimiento de las asignaturas más importantes, como son matemáticas, lengua e historia.
El cambio de colegio puede acarrear una serie de exámenes especiales, cuando el centro de origen tiene un programa incompatible con el de destino (por lo general, con menos asignaturas).
Pozo vacante
La noción de pozo vacante o bote es la cantidad de dinero acumulada en un juego de azar, procedente de los premios que no hayan sido adjudicados.
En este sentido, el pozo vacante suma los fondos de distintos sorteos sin ganadores y se acrecienta hasta que un apostador resulte favorecido: “Nuevamente ha quedado el pozo vacante en el sorteo de la quiniela nocturna, que ya supera los diez millones de pesos”.
Otros usos del término
Se habla de sede vacante, por otra parte, para referirse a la sede que no está ocupada desde la cesación o muerte del Papa o del prelado de una iglesia. Entre la muerte de Juan Pablo II (2 de abril de 2005) y la elección de Benedicto XVI (19 de abril de 2005), la Iglesia Católica tuvo sede vacante.
En el ámbito del derecho, por último, se conoce como bien vacante a aquel que no tiene dueño conocido.
