La noción de vademécum procede de dos vocablos latinos: vade y mecum. La etimología del término, de este modo, remite a la expresión “ven conmigo”. Un vademécum es una publicación que puede trasladarse con facilidad y que recopila datos esenciales de alguna materia.
Por ejemplo: “Voy a consultar el vademécum para saber con exactitud qué componentes tiene este remedio”, “Siempre llevo en mi automóvil un vademécum de mecánica: así puedo solucionar los desperfectos menores que se producen en el vehículo”, “Este libro se convirtió en el vademécum de cocina de toda una generación”.
En un vademécum, se presentan las informaciones y los conceptos más importantes de un tema. Supongamos que un libro resume las principales ideas de un movimiento político: puede decirse que dicha obra es el vademécum del partido o de la corriente en cuestión.
El uso más habitual de la noción, de todas formas, se asocia a la publicación que usan los médicos para acceder a información de los medicamentos. En el vademécum pueden encontrar los componentes, la dosificación recomendada, las contraindicaciones y los efectos de los fármacos. De esta manera, el vademécum es una gran ayuda a la hora de recetar un remedio.
Hoy son muchos los espacios web que vienen a ejercer como vademécum farmacológico no sólo de médicos sino también de veterinarios. Es más, hay que conocer que incluso existen aplicaciones web que esos profesionales pueden llevar instaladas en sus teléfonos móviles o tablets para poder consultarlas y salir de dudas en cualquier momento.
De la misma manera, por ejemplo, los expertos en fitoterapia también cuentan con su propio vademécum. En su caso concreto, en el mismo lo que vienen a encontrar son un amplio conjunto de plantas medicinales que pueden utilizar a la hora de tratar a sus pacientes que han confiado en ellos en lugar o de manera complementaria a la llamada “medicina tradicional”.
Así, los profesionales de la misma tienen al alcance de su mano desde fichas de las citadas especies vegetales hasta los métodos de uso y preparación de las mismas, para qué se pueden utilizar, fotografías y también establecimientos donde se pueden adquirir ya elaboradas. Eso sin pasar por alto las diferentes maneras que tienen de llamarse, el valor terapéutico que poseen o la mejor forma de utilizarlas.
También se llama vademécum al listado de los medicamentos que reconoce una obra social. Esto quiere decir que dichos fármacos son los que cubre la obra social (y, por lo tanto, se los entrega al afiliado sin cargo o con descuento).
En la actualidad, el vademécum muchas veces se encuentra digitalizado. Así se facilitan las búsquedas de los medicamentos.
Es interesante saber también que existe en España un programa radiofónico que se da en llamar “Vademécum”. Se emite en Radio 5 (RTVE), es de carácter semanal y tiene como objetivo solventar un sinfín de dudas que tengan los oyentes en materia de salud. Información que se ofrece de manera cercana, para que sea comprensible, y que es dada por su presentador, que no es otro que Luis Lapuente.
