La Real Academia Española (RAE), en su diccionario, define el término velado como la esposa o el marido que tiene legitimidad. Este uso del concepto, sin embargo, no es demasiado usual en el lenguaje cotidiano.
Más habitual resulta la acepción de velado como una conjugación del verbo velar que, a su vez, también tiene varios significados. Uno de ellos indica que velar es acompañar a una persona fallecida a modo de despedida. El sujeto que es velado, en este sentido, está siendo homenajeado por sus seres queridos.
Por ejemplo: “El popular cantante será velado en el Congreso de la Nación”, “Cuando mi padre fue velado, asistimos todos menos mi tío, ya que no soportaba la culpa de haber sobrevivido al accidente”, “De acuerdo a lo informado por su familia, el hombre asesinado va a ser velado en una funeraria del barrio San Jorge y luego será inhumado en el Cementerio Municipal”.
El velatorio (también llamado velorio o velación en algunos países) es una reunión en la cual todos los individuos allegados a un difunto acompañan su cuerpo durante unas horas antes de que éste sea cremado o enterrado.
Cabe mencionar que no todos los seres humanos son velados de cuerpo presente; en algunos casos, el fallecido se encuentra en una habitación diferente a la usada para la reunión, o incluso en otro edificio o región geográfica, según las circunstancias.
Esta costumbre no es aceptada por todos; hay personas que no desean ser veladas, así como algunas tampoco quieren ser enterradas. La muerte es un tema inevitable, pero muy difícil de tratar en muchas culturas, especialmente en las occidentales, donde suele causar demasiado dolor como para mencionarlo, pero hay quienes la toman de forma natural y se niegan a participar de cualquier celebración de carácter espiritual.
De modo similar, algunos creen que velar a un difunto representa una falta de respeto, una exposición innecesaria de sus restos, los cuales deberían ser enterrados o incinerados.
Velar también puede ser el acto de proteger o de cuidar. De este modo, la idea de velado puede vincularse a esta acepción: “El señor Martínez ha velado por el bienestar de sus empleados durante toda su vida”, “El juez consideró que los padres no han velado por el interés del niño”, “Siempre hemos velado por la seguridad del presidente”.
En este sentido, podemos encontrar diversas acepciones en el diccionario de la RAE, como ser las siguientes: «hacer guardia durante la noche», «cuidar de un enfermo mientras duerme», «observar algo con atención».
Si una persona vela por los intereses de otra, es probable que los comparta, que tenga sentimientos genuinos hacia ella y que realmente desee ayudarla. Claro que cuando esto se traslada al ámbito de las empresas y sus clientes, siempre existen intereses propios, enfocados a la percepción de beneficios monetarios.
Otra acepción del término velado hace referencia a la información que ha sido «cubierta» por alguien para evitar que otros accedan a ella; de manera opuesta, es posible «desvelar» dicha información, o sea, mostrarla a aquellos que antes no pudieran verla.
En el ámbito de la fotografía analógica, un rollo se vela cuando lo exponen a la luz de forma indebida y, por lo tanto, pierde las imágenes de forma total o parcial. Antes de la popularidad de las cámaras digitales, este desafortunado incidente era muy común al quitar el rollo del dispositivo sin tomar el recaudo de rebobinarlo.
Velado, por otra parte, es un apellido bastante frecuente en países de habla hispana. En este contexto, podemos nombrar a Oscar Velado, un actor español nacido en 1978 con amplia experiencia en teatro y televisión. Además se puede mencionar a Oswaldo Escobar Velado (1919-1961), destacado abogado, periodista y escritor de El Salvador.
