Veredicto

Veredicto es un término que proviene de los vocablos latinos vere («con verdad») y dictus («dicho»). Se trata, por lo tanto, de un dictamen o un juicio que es emitido reflexiva y autorizadamente.

Por ejemplo: «Los periodistas especializados dieron su veredicto tras la función y calificaron la obra como una de las mejores creaciones del dramaturgo francés», «No me interesa tu veredicto: yo estoy conforme con mi actuación y eso, para mi, es más que suficiente», «Siempre que termino de escribir un libro, espero el veredicto de mi mujer».

El veredicto como crítica

Existen tendencias bien definidas con respecto al veredicto que la crítica emite luego de haber estudiado minuciosamente una obra: en un extremo se encuentran aquellas personas que hacen caso de las opiniones de los especialistas, mientras que en el otro están quienes siempre prefieren juzgar las creaciones por ellos mismos. Lejos de los extremos, están aquellos que aprecian los consejos y las guías pero que también se aventuran a consumir incluso los productos peor valorados.

Internet representa un suelo muy fértil para la crítica ya que, a diferencia de la era del papel, no exige grandes inversiones a los empresarios que desean fundar su propia revista o espacio periodístico. Por otro lado, desde el punto de vista del usuario, hay un gran número de sitios que están siempre dispuestos a dar su veredicto tras haber leído un libro, probado un videojuego, visto una película o testado un nuevo producto.

Esta mayor variedad de puntos de vista sumada a lo accesibles que son para cualquier usuario de Internet, tiene sus claros puntos negativos y positivos: por un lado, dado que la mayoría de las publicaciones virtuales se mantienen gracias a los ingresos que les provee la publicidad, no son raras las noticias falsas, el amarillismo y la compra de las críticas; pero también es cierto que si mantenemos viva nuestra capacidad de juzgar lo que leemos, podemos enriquecernos mucho más hoy que hace dos décadas, cuando la verdad se resistía más a salir a la luz.

Un fallo pronunciado por un jurado

Un veredicto, por otra parte, es un fallo pronunciado por un jurado. En el ámbito del derecho procesal, por lo tanto, es la decisión tomada por un jurado respecto a un caso, lo que supone una decisión respecto a si se han probado, o no, las alegaciones de las partes. La decisión puede obtenerse por:

Unanimidad, cuando todos los integrantes del jurado están de acuerdo con el veredicto.
Mayoría simple, también llamada común o relativa: se trata de la situación en la que se escoge la decisión que tenga más votos a favor. Además, cabe aclarar que las abstenciones se ignoran a la hora de formular el veredicto y que la votación puede ser bipolar (se contemplan solamente la posibilidad de emitir un voto a favor, en contra o de abstenerse) o múltiple (existen más de dos opciones a estudiar antes de tomar una decisión);
Mayoría cualificada, también denominada especial: este sistema requiere más votos de diferencia que en la mayoría simple para que una decisión sea aprobada.

Tras el veredicto del jurado, el juez debe dictar una sentencia que califique y tipifique los hechos probados dentro de la legislación, ofreciendo una conclusión que es de obligado cumplimiento para todas las partes. Esto quiere decir que, si el veredicto del jurado indica que un acusado es culpable, el juez debe imponerle la pena que le corresponde de acuerdo a la ley.

Este funcionamiento procesal, sin embargo, depende de cada legislación. En algunos países, el veredicto del jurado ya incluye resoluciones técnicas como el encuadramiento jurídico o la indemnización correspondiente.