El primer paso que vamos a dar en pro de descubrir el significado del término inconcluso es conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que deriva del latín y que es fruto de la suma de tres componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-El prefijo “con-”, que se usa para indicar “reunión”.
-El verbo “claudere”, que puede traducirse como “cerrar”.
El adjetivo inconcluso se emplea para calificar a aquello que no concluyó. Lo inconcluso, por lo tanto, no finalizó ni llegó a su término.
Por ejemplo: “El hospital inconcluso se transformó en un hogar improvisado para cientos de familias que ocuparon la estructura y se instalaron allí”, “El show quedó inconcluso ya que el cantante perdió la voz a la quinta canción y tuvo que abandonar el escenario”, “Con su repentino fallecimiento, el escritor italiano dejó un libro inconcluso”.
Inabacado, incompleto, fragmentario, insuficiente o parcial son algunas de las palabras que funcionan como sinónimos del término inconcluso que ahora nos ocupa. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras como concluso, completo, acabado o finalizado.
Aquellas cosas que acaban o se interrumpen antes de tiempo quedan inconclusas. Supongamos que una banda de rock anuncia una gira internacional con cincuenta conciertos en doce países. Sin embargo, luego de ofrecer solo ocho recitales, los músicos deciden cancelar el tour por problemas internos. Puede decirse, de este modo, que la gira quedó inconclusa.
Tomemos ahora el caso de un hombre que decide construir una casa frente al mar. Dos meses después de que se inició la obra, el sujeto muere en un trágico accidente. La construcción de la vivienda, ante esta situación, se detiene: el trabajo queda inconcluso.
En algunas ocasiones, lo inconcluso puede retomarse y completarse. Volviendo al ejemplo del grupo de rock, los músicos pueden superar sus inconvenientes y ofrecer los conciertos restantes para finalizar la gira.
A veces, en cambio, no hay manera de terminar lo inconcluso. Si un joven pierde la vida mientras cursaba la carrera de Medicina, ya no podrá terminarla: obviamente no hay posibilidad de que rinda las materias que le faltaban para graduarse y obtener su título.
Además tenemos que establecer que, a lo largo de la historia, hay distintos escritores que fallecieron mientras que estaban realizando un nuevo libro y que, por tanto, lo dejaron inconcluso. Este sería el caso, por ejemplo, de Albert Camus con la obra “El primer hombre”.
De la misma manera, nos topamos con el hecho de que este adjetivo que estamos abordando también se usa en el ámbito legal. En concreto, se establece, por ejemplo, que el Derecho Laboral es un Derecho inconcluso porque siempre está en continua evolución para poder adaptarse a las nuevas situaciones profesionales que van surgiendo y para lograr que los empleados cuenten con una notable mejora de su calidad de vida en el trabajo.
En el ámbito de la cultura nos encontramos con distintas obras que llevan en sus títulos el término que estamos analizando. Este sería el caso del trabajo “El libro inconcluso”, que fue publicado en el año 2014 y que es obra de Martín Reyes Armenta “Fray”.
