Se denomina ambientación al proceso y el resultado de ambientar. Este verbo (ambientar) tiene varios usos.
TemasVarias acepciones
Se llama ambientar a crear un ambiente (una atmósfera, un entorno) apropiado a partir de la iluminación, la decoración y otros elementos. Ambientar también es evidenciar características sociales o históricas a través de diversos detalles en una película, un programa de televisión, un libro u otra clase de obra. Una tercera acepción del término refiere a acostumbrar a un individuo a un medio que le resulta extraño o inexplorado.
La ambientación de un bar es importante, ya que es lo primero que percibimos.
Ambientación comercial
La ambientación de un salón de fiestas está dada por los objetos decorativos, la luz y el mobiliario, entre otras cuestiones. Para celebrar una boda, por ejemplo, suelen elegirse tonos claros o pasteles, manteles blancos y arreglos florales como parte de la ambientación.
La ambientación es muy importante en un bar o en un restaurante. Un establecimiento gastronómico que se especializa en comida mexicana, por mencionar una posibilidad, puede recurrir a una ambientación con cuadros de Frida Kahlo, sombreros de mariachi e imágenes de Chespirito.
En ficción
En el terreno de la ficción, la ambientación es el componente que permite la construcción del contexto en el cual se desarrolla la historia. Esta ambientación puede ser indirecta o directa, según se apele a los diálogos de los personajes, a un narrador extradiegético, etc.
Si nos centramos en el cine, la ambientación implica coordinar diversos recursos que son complementarios a la narración en sí. Este trabajo posibilita la construcción de una realidad que se presenta como verosímil y coherente al espectador. El cine comparte muchos elementos con una forma de arte más moderna, pero no menos importante en la actualidad: los videojuegos. En ambos casos los creadores tienen a su disposición la imagen, el sonido, los actores y la narración, entre otros, para crear la ambientación más adecuada a cada caso.
A simple vista puede parecer fácil encontrar la ambientación ideal para una historia: podríamos decir, por ejemplo, que una historia de terror necesita de la oscuridad y de la música tensa. Pero los mejores exponentes de cada género se caracterizan por una meticulosa atención a los detalles y una serie de ideas innovadoras que surgieron de la pasión de sus creadores. En este punto debemos resaltar la importancia de la conexión entre el creador y la obra para dar con la ambientación adecuada: si el trabajo se hace solamente para el público, entonces el vínculo no es lo suficientemente fuerte como para generar el impacto deseado.
Los escritores, guionistas y directores deben empezar por preguntarse qué les causa miedo, nostalgia, ansiedad o cualquier otra sensación o sentimiento de la que pretendan impregnar una escena; cuando dan con la respuesta, pueden comenzar a probar diferentes técnicas e ideas hasta conseguir ellos mismos lo que, en el mejor de los casos, también sentirá el público.
La ambientación de historias de terror suele incluir oscuridad y niebla.
Los detalles
Como anticipamos más arriba, la ambientación no se construye únicamente de los elementos más evidentes, sino también de muchos otros que llegan a nuestro cerebro de forma inadvertida, inconsciente. Aquí la astucia y la dedicación de los creadores de ficción juega un papel primordial, ya que escoger estos detalles debe hacerse desde el profundo conocimiento de la obra.
Cuando nos cruzamos con una excelente ambientación, ésta se queda con nosotros para siempre, así como la música o una gran actuación. Son esas cosas que en general no sabemos poner en palabras, pero que nos impactan a un nivel sin precedentes y dejan una huella imborrable. Sentimos que realmente hemos estado allí, y esto vuelve los escenarios parte de nuestros recuerdos, tanto como nuestras vacaciones favoritas o la casa de la infancia.
