El término argumentación, derivado del vocablo latino argumentatio, refiere al acto de argumentar: aplicar o expresar un argumento. La idea de argumento, en tanto, alude al razonamiento que se pronuncia para convencer a alguien o a modo de prueba.
TemasObtener conclusiones
Se entiende por argumentación al modo en que, recurriendo a la lógica, se obtienen conclusiones. La argumentación está vinculada al diálogo y a la persuasión.
Para probar la inocencia o culpabilidad de un acusado, la argumentación se debe basar en pruebas irrefutables.
Es posible relacionar la argumentación a una negociación cuando se pretende llegar a conclusiones aceptables para dos o más partes. La argumentación, sin embargo, también puede apuntar a imponerse sobre el otro.
De acuerdo a la teoría de la argumentación, estos procesos se inician cuando hay una conclusión o una tesis sobre la cual la persona pretende argumentar. A esta conclusión se llega a través de premisas: el vínculo entre las premisas y la conclusión debe evidenciarse con argumentos.
Ejemplos de argumentación
El discurso político, la publicidad y la exposición de un abogado frente a un tribunal, por ejemplo, se basan en la argumentación. La demostración exige que la conclusión surja de hechos objetivos y no de opiniones.
Tomemos el caso de un candidato a presidente que les pide a los ciudadanos que lo voten, afirmando que se trata del individuo indicado para resolver los problemas del país. En su argumentación, expone los logros de su gestión como gobernador de una provincia. De acuerdo a su postura, es posible extrapolar sus éxitos provinciales a nivel nacional.
Supongamos ahora que el abogado de un hombre acusado de homicidio pide la absolución de su cliente. La argumentación del letrado se sostiene en una serie de pruebas que podrían demostrar la inocencia del sujeto, quien no habría estado presente en la escena del crimen.
En ambos ejemplos, vemos que la argumentación es una afirmación cuyo peso es considerable, ya que tiene el potencial suficiente para provocar un gran cambio en una estructura o un proceso. Escoger a un presidente por encima de los demás postulantes o absolver a un presunto asesino no son hechos triviales, sino muy relevantes, y para conseguir que tengan lugar es necesario apoyarse en pilares firmes, basados en una serie de pruebas imposibles de refutar.
Estructura
A continuación veremos tres diferentes elementos que forman parte de la argumentación:
* conclusión: también puede ser una tesis, y debe ser el objetivo de la argumentación en sí misma;
* premisas: son la base desde la que se intenta inferir la conclusión;
* argumento: permite demostrar la validez de la relación entre los elementos anteriores.
Proceso
El argumento que se presenta puede ser explícito, pero también implícito. Junto con los objetivos de los participantes de una argumentación, deben ser identificados y entendidos. Lo mismo debe ocurrir con las premisas y la conclusión. Asimismo, se debe determinar la carga de la prueba, o sea, quién tiene la obligación de ofrecer las evidencias necesarias para apoyar su afirmación y conseguir que acepten su punto de vista.
Las dudas o la flaqueza en los argumentos puede servir al oponente para atacar con un contraejemplo.
Las evidencias deben ser puestas en orden con la finalidad de persuadir al oponente a que las acepte. Pero ésta no es una tarea fácil; por el contrario, se necesitan argumentos válidos, precisos y contundentes, que no puedan ser atacados o refutados con facilidad. Dicho de otra manera, una argumentación que pretenda demostrar la importancia de algo o la inocencia de una persona no puede basarse en el gusto o las opiniones personales, sino en afirmaciones que puedan ser compartidas y aceptadas por la mayoría de la gente.
Los fallos que puedan aparecer en el razonamiento de la otra parte sirven para atacar sus premisas con contraejemplos. Este recurso puede repercutir en una gran ventaja, pero debe ser aprovechado al máximo, porque el oponente siempre puede levantarse y evitar futuros descuidos.
