Definición de

Signos vitales

Los signos vitales son el conjunto de variables fisiológicas que los médicos analizan para la valoración de las funciones orgánicas elementales. Una persona que carece de signos vitales, por lo tanto, está muerta: en otras palabras, la ausencia de signos vitales permite a un profesional de la medicina confirmar el fallecimiento de un individuo.

Cabe destacar que signo, con origen etimológico en el vocablo signum, es aquello que, ya sea por una convención o por naturaleza, consigue sustituir a otro objeto o representarlo. Los signos también son señales o indicios de algo. Vital, por su parte, es un adjetivo que procede de vitālis y que refiere a lo que está vinculado a la vida, a lo trascendente o a lo que tiene mucha energía.

Presión

La tensión arterial media es un signo que se vincula a la combinación del gasto cardíaco, la resistencia vascular sistémica y la presión venosa central.

Si tienes poco tiempo, revisa el índice o el resumen con los puntos clave.

Cuáles son los signos vitales

Los signos vitales que suelen considerarse son la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial y la temperatura del cuerpo, aunque hay más. Para estudiar estos signos, se analiza el ritmo de la inhalación y exhalación en la respiración, se toma el pulso (considerado a partir de la hinchazón de las arterias cuando pasa la sangre) y se emplean termómetros y tensiómetros para tener información sobre la temperatura y la tensión.

Los valores normales de los signos vitales dependen de diversas cuestiones, como la edad del paciente. La frecuencia cardiaca de un niño de 10 años no es igual a la frecuencia de un hombre de 50 años, por ejemplo.

Oximetría de pulso

La oximetría de pulso es un signo que revela el nivel de oxígeno presente en la sangre, generalmente expresado como saturación de oxígeno.

Su registro

La temperatura corporal, por otro lado, se considera que lo normal es que en una persona adulta se sitúe entre los 36,5º y los 37,2º. Para poder medirla se recurre al empleo del termómetro que se puede colocar en varias partes del cuerpo: en el recto, en la boca, en la oreja o en la axila.

En lo que respecta al pulso se puede decir que este en un individuo adulto será de entre 60 a 100 latidos por minuto. No obstante, eso puede variar en función de si aquel está realizando ejercicio o no, si está emocionado, si está nervioso… Así, por ejemplo, se establece que quienes practican deporte de manera regular puede tener unos 40 latidos más por minuto.

Para poder tomarle la frecuencia de pulso alguien, algo que se puede hacer presionando con los dedos determinadas arterias, se opta por realizarlo en determinadas zonas del cuerpo donde se puede percibir más claramente. Nos estamos refiriendo a la muñeca, a la zona lateral del cuello o a lo que es la parte interior del codo. Un electrocardiograma, por otra parte, es una prueba de diagnóstico que brinda más información sobre cómo el corazón está bombeando la sangre.

En cuanto la frecuencia respiratoria, cuando se le quieren tomar los signos vitales a una persona es necesario tener en cuenta que la normal de un adulto será de entre 12 a 16 respiraciones por minuto. Por su parte, en materia de presión arterial hay que saber que esta se tomará haciendo uso de un tensiómetro que podrá determinar si la misma se encuentra en los parámetros normales o si, por el contrario, aquella presenta hipertensión, por ejemplo.

Sangre

Un valor anormal de lactato en sangre está entre los signos de sepsis.

Ausencia de signos vitales

Si un médico se encuentra con un individuo al que no se le detecta pulso, su corazón no bombea sangre y no respira, puede indicar que el sujeto no muestra signos vitales.

Dicho de otro modo, es posible confirmar el fallecimiento de alguien a partir de la ausencia de signos vitales. Si tomamos parámetros clínicos, se considera que la muerte sucede cuando cesan las funciones orgánicas.

La observación de las pupilas para analizar la respuesta pupilar, el estudio de los reflejos cefálicos y la constatación de paro cardiorrespiratorio son otros signos que se tienen en cuenta a la hora de informar un deceso.

El análisis de distintas variables

El análisis de distintas variables permite obtener información sobre el estado de una persona. Al considerar ciertos signos, un profesional de la salud está en condiciones de realizar un diagnóstico.

Si bien los signos vitales suelen asociarse a parámetros esenciales de funcionamiento orgánico, se pueden considerar diversos valores o síntomas que revelan información importante. La boca pegajosa, la piel seca, los calambres, la cefalea y la sed, por ejemplo, son signos de deshidratación.

Un fuerte dolor de cabeza, visión borrosa, problemas para respirar, náuseas, vómitos y zumbido en los oídos, en tanto, son signos de hipertensión arterial. En este caso se puede tener un dato preciso apelando a un tensiómetro.

El incremento de la sed y del apetito, la mayor cantidad de orina y la pérdida de peso se consideran signos de hiperglucemia (nivel elevado de glucosa en sangre); en el otro extremo, el dolor de cabeza, la irritabilidad y la sudoración están entre los signos de hipoglucemia (baja concentración de glucosa en sangre). La monitorización de la glucemia puede desarrollarse de distintas maneras, incluso con dispositivos que realizan la medición de forma continua y en tiempo real.

Por supuesto, el vínculo entre estos signos o síntomas y las enfermedades no es directo. Un médico es quien debe brindar la asesoría correspondiente e indicar los pasos a seguir.

Cómo citar este artículo Publicado por Julián Pérez Porto y María Merino. Actualizado el 14 de julio de 2023. Signos vitales - Qué son, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/signos-vitales/
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