Antes de entrar de lleno en la definición del término bicisenda, tenemos que conocer cuál es su origen etimológico. En este caso, podemos decir que es fruto de la suma de dos componentes claramente delimitados:
-Bici proviene de bicicleta. Esta palabra es el resultado de unir el prefijo latino «bi-» (dos), el sustantivo griego «kyklos» (rueda) y la terminación francesa que indica diminutivo «-ette».
-Senda, por otro lado, deriva del latín. Exactamente procede de la palabra «semita» que es equivalente a «atajo» y a «desvío».
Una bicisenda es un carril de una vía pública cuyo uso es exclusivo para bicicletas. Esto quiere decir que los automóviles, los camiones y las motocicletas, entre otros vehículos, no tienen permitido circular por una bicisenda.
La noción de bicisenda no está reconocida por la Real Academia Española (RAE), que sí admite el término ciclovía. Además de bicisenda y ciclovía, a este carril especial para bicicletas también se lo conoce como bicicarril, carril bici, vía ciclista, ciclopista o ciclorruta según la región geográfica.
Las bicisendas suelen ser carriles exclusivos que se delimitan en calles o avenidas. También puede tratarse de una vía pública independiente destinada a las bicicletas. En el primer caso, se habla de vías segregadas: sectores específicos que existen en el marco de otra vía pública. En el segundo caso son vías reservadas, creadas de forma específica para los desplazamientos en bicicleta.
El objetivo de las bicisendas es favorecer los recorridos en bicicleta, incrementando la seguridad para los usuarios, que se encuentran más protegidos en una bicisenda que circulando por una calle o una avenida. Se estima que, si se favorece el uso de las bicicletas, se minimiza la utilización de vehículos a motor. Esto contribuye a reducir las emisiones contaminantes y a ordenar el tráfico, que suele ser muy intenso en todo el mundo debido al crecimiento del parque automotor.
De la misma manera, además de las ventajas ya expuestas que traen consigo las bicisendas, no podemos pasar por alto otras que se consideran igualmente importantes. Nos estamos refiriendo a aspectos tales como los siguientes:
-Se fomenta de manera incuestionable el ciclismo como un deporte adecuado para mejorar la salud y para liberar el estrés.
-No menos relevante es que se facilita que los más pequeños empiecen desde temprana edad a familiarizarse con la bicicleta. Eso hará que cuando sean adultos, siempre que las circunstancias lo permitan, no duden en desplazarse por la ciudad con ese medio de transporte.
-Es una manera de favorecer que padres e hijos puedan compartir tiempo juntos en actividades como salir a recorrer la urbe en bici.
De la misma forma, hay quienes están en contra de las bicisendas, porque consideran que traen consigo desventajas. Entre las mismas están que restan espacio a las calzadas o a las aceras, que en ocasiones crean conflictos con quienes circulan por la calzada.
En ocasiones las bicisendas están conectadas a estaciones de tren o de subterráneo (metro), terminales de ómnibus y otras infraestructuras para que los ciclistas puedan llegar a ellas con comodidad y luego abordar un transporte público.
