Familia es una noción que describe la organización más general pero a la vez más importante del hombre, constituida por un conjunto de individuos unidos a partir de un parentesco. Estos lazos pueden tener dos raíces: una vinculada a la afinidad surgida a partir del desarrollo de un vínculo reconocido a nivel social (como sucede con el matrimonio o una adopción) o de consanguinidad (como ocurre por ejemplo con la filiación entre una pareja y sus descendientes directos).
Cabe resaltar que la etimología de la palabra familia no ha podido ser establecida de modo preciso. Hay quienes afirman que proviene del latín fames («hambre») y otros del término famulus («sirviente»). Por eso, se cree que, en sus orígenes, se utilizaba el concepto de familia para hacer referencia al grupo conformado por criados y esclavos que un mismo hombre tenía como propiedad.
«Miguel decía sentirse muy orgulloso de su familia: sus padres, hermanos, esposa e hijos», «En mi familia siempre soñamos con conocer la tierra de nuestros ancestros», «Disfrutó mucho al pasar tiempo en familia» y «Tengo parte de mi familia lejos: mi tía y mi sobrina viven en Marruecos» son ejemplos de expresiones que usan la noción.
Familia según el grado de parentesco
Cabe resaltar que en una familia existen diversos grados de parentesco, razón por la cual no todos sus integrantes mantienen el mismo tipo de relación o cercanía. La denominada familia nuclear o círculo familiar, por citar un caso, sólo incluye a la madre, al padre y a los hijos e hijas en común. La familia extensa o familia extendida, por su parte, tiene un alcance mayor ya que reconoce como parte del clan a los abuelos y las abuelas por parte de ambos progenitores, así como también a los tíos y las tías, a los primos y las primas y a los demás parientes (cuñados, nietos, sobrinos, suegros, etc.).
También puede darse el caso de una familia compuesta, la cual se caracteriza por estar formada no sólo por padres e hijos sino también por personas que poseen vínculos consanguíneos con sólo uno de los miembros de la pareja que ha originado esa nueva familia.
Cambios sociales y nuevas formas de organización
No obstante, aunque de manera general estos han sido los tipos de familia más frecuentes, es necesario subrayar que en los últimos tiempos los mismos han ido cambiando. Y es que el hecho de que la sociedad avance y traiga consigo ciertas modificaciones se refleja en ámbitos como el que en estos momentos estamos abordando.
Así, por ejemplo, hoy también es muy habitual encontrar una familia monoparental. Esta es aquella que está formada por un padre o madre y por sus respectivos hijos. Viudedad o soltería son algunas de las razones que dan lugar a este tipo de familia.
De la misma forma, también nos encontramos con lo que se conoce con el nombre de familias ensambladas. Estas son las que surgen como consecuencia de dos familias monoparentales que se unen a raíz del establecimiento de una relación de tipo sentimental de los progenitores.
Y también habría que hacer mención a lo que se da en llamar familia homoparental. Se trata de una pareja homosexual, ya sea de gays o de lesbianas, y de sus respectivos hijos. Un ejemplo de esta clase de familia sería la formada por el gran cantante Elton John, su marido y el hijo que tienen.
Estas tres últimas clases de familias son, como decíamos anteriormente, una clara muestra de la evolución de la sociedad y de los cambios que en ella se experimentan.
Más allá de la composición del grupo, la dinámica familiar también ha cambiado con el paso de las décadas. Educar a los hijos supone nuevos desafíos, por mencionar una situación, mientras que lograr un balance entre trabajo y vida familiar también resulta cada vez más dificultoso.
El linaje o legado familiar, asimismo, ha perdido relevancia social. Los roles familiares, de igual forma, ya no son estáticos como sucedía tiempo atrás.
El origen de la familia según Lévi-Strauss
En palabras del antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, es el matrimonio la institución que da origen a la familia, una organización donde hay esposo (o marido), una mujer en rol de esposa y niños nacidos de esa relación. Este clan, vinculado por razones legales, económicas y religiosas, está condicionado por múltiples prohibiciones y permisos de índole sexual y amarrado por sentimientos de carácter psicológico como lo son el amor, el afecto y el respeto.
Es interesante resaltar además que ciertos aspectos de esta definición han quedado desactualizados, ya que hoy en día suele extenderse el término familia al sitio donde las personas aprenden a proteger y son cuidadas, más allá incluso de sus relaciones de parentesco.
Nadie pone en duda la importancia de una familia adoptiva, por señalar una realidad. Un niño que crece en una familia de acogida construye lazos tan fuertes con sus parientes como aquel que se desarrolla en una familia biológica. Las relaciones familiares, en estos casos, pueden alcanzar la misma dinámica que en el resto.