Con origen en el término latino normalis, el concepto de normal se refiere a aquello que se encuentra en un estado al que se lo considera como natural. El término también se refiere a lo que actúa como regla, canon o modelo, y a lo que se ajusta, debido a su naturaleza, a preceptos establecidos con antelación.
Por ejemplo: «Lo normal es que los perros no sean agresivos con el hombre», «No te preocupes, es normal que sientas eso», «Sería normal que el empresario se niegue a apoyar a aquel que lo criticó con tanta dureza».
Por otra parte, una escuela normal es aquella entidad educativa que se encarga de formar a los docentes. Su finalidad es fijar las normas de la enseñanza (de allí proviene su denominación).
Lo normal para la psicología
Para la psicología, el calificativo de normal se aplica a quien no revela una diferencia importante respecto a su comunidad. Esto, obviamente, sin olvidar que todos los seres vivos presentan diferencias entre sí. Por eso, la utilización del concepto de normal siempre implica subjetividad.
Según Freud, una persona normal es una persona con una sana conducta que no reniega de su realidad sino que sabe enfrentarla y transformarla con las herramientas que posee. Aquellos que no poseen esta características son individuos con algún trastorno emocional, como es el caso de la neurosis.
Incidencia de la subjetividad
Cabe destacar que la anormalidad es otra característica que se define en forma subjetiva y que se asigna a aquellas personas o cosas que tienen condiciones extrañas o que no resultan funcionales.
Para un adolescente, puede resultar normal teñirse el cabello de violeta y lucir un piercing en la nariz. Es probable, por otro lado, que sus mayores no estén de acuerdo con su decición. Una tercera persona puede agregar que la conducta del adolescente es normal, pero sólo para alguien de su edad.
Lo normal en una sociedad
Es muy común oír la frase «Eso no es normal» para referirse a aquello que se escapa de lo que se espera de una persona, por ejemplo: no es normal que un hombre no disfrute del fútbol, no es normal que una mujer no quiera tener hijos, no es normal que un niño prefiera escribir en vez de pasarse el día jugando, no es normal que una persona no se hable con su familia, no es normal que un niño no haga lo que desean sus padres… Para cada edad existen acciones e inclinaciones que se definen como normales y aquellos individuos que no se ajusten a las mismas son rechazados, criticados y se los intenta convencer para seguir el camino marcado, el socialmente correcto.
Es evidente que este término es uno de los baluartes que rigen nuestra vida social. A lo largo de la historia, las diferentes sociedades han creado estereotipos a los que los individuos del grupo deben responder; se establecieron reglas que designan la normalidad, todos aquellos que las respeten podrán entrar en esta categoría, los que no lo hagan serán considerados raros o anormales.
La mirada sobre la sexualidad
En lo que respecta a la sexualidad, lo normal aparece como sinónimo de heterosexualidad, y los individuos que se identifiquen con la homosexualidad, la bisexualidad o incluso la asexualidad, serán considerados anormales. En este punto existe un gran poder ejercido por la iglesia en torno a las decisiones políticas de las sociedades; con ideas primitivas, este organismo ha conseguido a lo largo de los siglos mantener la unanimidad en torno a este tema, considerando que la homosexualidad es una enfermedad y criterios bárbaros de similar envergadura.
En las sociedades modernas cada vez se respeta más la diversidad sexual; sin embargo existe mucha gente que todavía es capaz de odiar y hasta matar con tal de eliminar de su alrededor a aquellos que considera anormales, a aquellos cuyo único punto negativo es no cumplir con las expectativas de un grupo cerrado de la sociedad que no comparte sus necesidades ni sus sentimientos.
También aquellas personas que no desean casarse y tener hijos, o incluso que no manifiestan deseos de emparentarse sexualmente con nadie, son consideradas anormales y se las insta a abandonar su estilo de vida en pos de una vida normal.