El adjetivo acendrado se emplea para calificar a la conducta, la condición o la actitud que carece de defectos, resultando pura o íntegra. El término deriva del verbo acendrar: limpiar, purificar.
Algunos ejemplos
Estamos ante un término que no se usa con frecuencia en el habla cotidiana. Por ello, presentamos tres oraciones de ejemplo para verlo en contexto y entender mejor su significado: “Siempre trabajé por el bien de la nación con acendrado patriotismo, sin otro interés más que contribuir al bienestar de la población”, “Mi abuela era una mujer que ejercía una acendrada solidaridad y estaba dispuesta a compartir todo lo que tenía con quien lo necesitara”, “Me une a mi esposa un amor acendrado que nació hace más de medio siglo y sigue intacto”.
La primera oración nos muestra el caso de una persona que asegura siempre haberse esforzado por conseguir el bienestar del pueblo entero, movido por un patriotismo que nunca ha cambiado, que se ha mantenido firme desde el principio a pesar de los obstáculos. Continuamos con el relato de una mujer de una solidaridad pura, intachable, que no dudaba en compartir sus pertenencias con los demás para satisfacer sus necesidades.
Por último, el emisor describe el amor que siente por su esposa como acendrado, porque surgió hace más de cinco décadas pero no ha disminuido. A lo largo de los tres ejemplos vemos un estado que se mantiene sin variaciones a pesar de los estímulos externos. En todos vemos sentimientos fuertes y puros, como el patriotismo, la solidaridad o el amor, que forman un lazo muy difícil de romper y por lo tanto resisten casi cualquier intento de destruirlos.
Etimología
A menudo, el estudio etimológico de un término nos muestra un camino un tanto peculiar, que puede llevar a un significado muy diferente o incluso opuesto, o bien que pasa de un sentido literal a uno figurado, o viceversa. En este caso particular, estamos ante un adjetivo que es a su vez el participio de acendrar, un verbo romance que se relaciona con cendrar, derivado del latín cinerare, cuyo significado puede ser «tratar un objeto con cenizas» o bien «convertirlo en cenizas» (nótese que en latín, el término para decir ceniza es cinis, cineris).
Volviendo a la definición de acendrar que podemos encontrar por medio de su etimología, se trata de exponer a cenizas y fuego un metal precioso, sobre todo plata u oro, con el objetivo de eliminar cualquier impureza que pueda tener y conseguir uno mejor. Dicho de otra manera, por medio de estas acciones o procedimientos se conseguía la pureza en algo que la había perdido. El adjetivo, entonces, indica que el objeto ya ha recibido tal tratamiento.
Fiel al estado inicial
Es importante señalar que el concepto hace referencia a lo que no tiene manchas ni desviaciones, incluso cuando lo aludido es negativo o dañino. Dicho de otro modo, lo acendrado se mantiene fiel a su esencia o su estado.
Supongamos que se acusa a una persona de actuar con un individualismo acendrado. En este caso, se hace mención a que dicho sujeto se conduce pensando exclusivamente en su propio bienestar o en sus intereses, siendo individualista en todo momento. Ese individualismo, por lo tanto, nunca se ve “afectado” por una actitud diferente.
El escepticismo acendrado, de igual forma, no deja lugar a la credulidad, la esperanza o el optimismo. Aquel que evidencia una desconfianza de esta magnitud mira todo con recelo, poniéndolo en duda.
Egoísmo acendrado, encono acendrado, humanismo acendrado, cinismo acendrado y pesimismo acendrado son otras expresiones que se construyen con esta noción. El sentido del adjetivo es el mismo, estando asociado a la pureza.