Lo primero que hay que hacer para poder conocer el significado del término ajuste es descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que indicar que es una palabra que deriva del latín y que puede traducirse como “acción y efecto de acomodar”. Es fruto de la suma de dos componentes claramente reconocibles:
-El prefijo “ad-”, que es equivalente a “hacia”.
-El adjetivo “iustus”, que es sinónimo de “justo”.
Se denomina ajuste al proceso y el resultado de ajustar. Este verbo, por su parte, puede referirse a lograr que algo se acomode a otra cosa o a conseguir que no existan diferencias o discordancias entre dos o más elementos.
El ajuste como presión o movimiento
La noción de ajuste se utiliza en diferentes contextos. Si nos centramos en el terreno de la mecánica, el ajuste consiste en ejercer una cierta presión o en realizar un determinado movimiento para que dos piezas puedan acoplarse o encajen entre sí.
Lo habitual es que este ajuste se refiera a las distintas piezas de una maquinaria o de un engranaje. Para lograr el ajuste, las piezas deben tener formas y tamaños particulares; de lo contrario, no encajarán. Por eso muchas piezas deben fabricarse respetando ciertas normas.
Más allá de las máquinas, podemos pensar en la idea de ajuste cuando atornillamos algo. De acuerdo a la cantidad de vueltas que le hagamos dar al tornillo, obtendremos más o menos ajuste.
La noción en la economía
El concepto de ajuste también se utiliza en el ámbito de la economía. En este caso, se trata de medidas que buscan terminar con un desequilibrio en las cuentas.
Por lo general, el ajuste implica un recorte de los gastos para alcanzar el equilibrio entre los ingresos y los desembolsos. Si un gobierno impulsa un ajuste del Estado, lo más probable es que se recorte el presupuesto público o que se aumenten los impuestos.
El ajuste asociado a la configuración o personalización
En los últimos tiempos, con la proliferación de cierta tecnología, cada vez más se emplea el término que estamos abordando. Así, cuando tenemos un teléfono móvil o una tablet, por ejemplo, disponemos de una sección llamada Ajustes, desde la que podemos realizar un sinfín de acciones en pro de personalizar al máximo dicho dispositivo.
En concreto, a través de ese apartado, tenemos la posibilidad de acometer tareas tales como estas:
-Modificaciones rápidas en cuanto a sonidos y notificaciones, pantalla, temas o bloqueo de seguridad.
-Cambios en cuanto a las conexiones que se utilizan, tales como Wifi o Bluetooth.
-Personalizaciones de la apariencia de la pantalla o incluso en cuanto a las aplicaciones. En este último sentido las mismas se pueden, por ejemplo, borrar.
-Desde un punto de vista personal, en la sección Ajustes también se pueden establecer los parámetros que se desean en cuanto a cuentas, accesibilidad, privacidad, seguridad o fondos.
-También esta sección permite acceder y modificar criterios del sistema en cuanto a idioma, almacenamiento, fecha y hora e incluso conocer el estado de la batería.
Un crimen como respuesta
La expresión “ajuste de cuentas”, por último, alude a un crimen que se lleva a cabo como respuesta o represalia a una acción previa.
Si un narcotraficante mata a uno de sus distribuidores porque no le entregó el dinero de las drogas que comercializó, puede hablarse de un ajuste de cuentas.