Un arado es una herramienta que se emplea en la agricultura para generar surcos en la tierra y labrar. El arado puede moverse mediante una acción mecánica o a través de la fuerza de un animal.
Con el arado, se crean zanjas o cunetas en el terreno y se remueve el suelo. Una vez que el arado ha cumplido su función, se procede a la siembra. La acción que se realiza con un arado se conoce como arar.
Historia del arado
El arado es uno de los inventos más importantes de la historia de la agricultura, y data de varios milenios antes de Cristo; específicamente, las evidencias más antiguas de esta herramienta nos llevan a la segunda mitad del siglo IV a. C., en Medio Oriente; gracias a su incorporación en las actividades agrícolas, el trabajo de los obreros se volvió mucho más fácil, ya que hasta entonces se valían de palas, picos y azadas para llevar a cabo la siembra de las semillas.
Los primeros arados eran tirados por seres humanos, quienes debían hacer mucha fuerza para desplazar el mecanismo por el campo. A pesar del esfuerzo físico que debían hacer las personas de las clases más bajas, la siembra se hizo mucho más rentable que antes, y esto se tradujo en un beneficio para todos, en mayor o menor medida.
Los arados más antiguos se fabricaban enteramente en madera. Cuando los romanos implementaron el uso de una cuchilla de hierro, también comenzaron a utilizar animales como bueyes, caballos y mulas para movilizar el arado. A partir de entonces, los fabricantes buscaron adaptar el diseño a la presencia de los animales de tiro. Si bien en la actualidad lo habitual es que se emplee un tractor para tirar del arado, aún continúa el uso de equinos, algo absolutamente innecesario dada la tecnología de la cual disponemos.
La explotación animal
Es muy importante resaltar que la explotación animal es un problema a resolver, algo que el ser humano debería dejar atrás de una vez por todas. Los tractores ya no son una novedad ni un artículo de lujo, por lo cual su coste económico no debería ser una excusa para evitarlos. Aunque los caballos, las mulas y los bueyes sean mucho más fuertes que nosotros, esto no significa que deban o quieran someterse a este tipo de trabajos, y tampoco que sus cuerpos no se resientan después de largas horas de actividades forzosas.
Así como ocurre con el reemplazo del arado tradicional por el motorizado, existen otros movimientos que se enfocan en proteger a los animales de la explotación ofreciendo a los empresarios alternativas mecánicas. Por ejemplo, hay varias iniciativas que buscan eliminar el uso de caballos para tirar de las típicas carretas turísticas de las grandes ciudades; en su lugar, proponen emplear vehículos motorizados, incluso con aspecto de caballo (aunque esto último no sea precisamente un toque muy animalista).
Estos arados modernos, fabricados con metal, se encuentran integrados a un chasis que se engancha al tractor. En el sector inferior aparece una pieza que se conoce como golondrina, la cual puede reemplazarse ya que, con el uso intensivo de la herramienta, sufre importantes desgastes.
Tipos de arados
De acuerdo a la tarea que realizan, se puede diferenciar entre distintas clases de arados. Aquel que solo trabaja en la superficie del terreno recibe el nombre de arado cultivador, ya que prepara la tierra para la siembra.
Otros arados pueden voltear la tierra (arado de discos), cavarla y desplazarla (arado con vertedera) o hasta crear conductos que favorezcan el drenaje del agua (arado roturador).
Una empresa alemana
Arado, por último, es el nombre con el cual se conocía a la empresa Arado Flugzeugwerke.
Esta compañía alemana, dedicada a la fabricación de aeronaves, fue fundada en 1925 y estuvo en funcionamiento hasta 1945.