Etimología
La palabra arandela tiene su origen en el latín harenula, que a su vez proviene de harena, que significa «arena». Originalmente, una arandela era una pequeña pieza circular hecha de arena o tierra compactada utilizada para sellar o rellenar huecos o para asegurar una conexión.
En tiempos más recientes, se cree que ha llegado a nuestra lengua del vocablo francés rondelle. Como dato curioso, la Real Academia Española (RAE), en su diccionario, reconoce más de una decena de acepciones del concepto.
Aplicaciones
Las arandelas tienen varias aplicaciones en distintos campos, tanto en la industria como en el hogar. Su versatilidad y capacidad para distribuir cargas y evitar daños en las superficies las convierten en un componente esencial en una amplia gama de industrias y actividades diarias. Algunas de las más comunes son las siguientes:
- ensamblaje industrial: se utilizan arandelas para distribuir la carga y la presión de los tornillos, pernos o tuercas en diversas aplicaciones industriales, como maquinaria, estructuras metálicas, equipos electrónicos, etc. Ayudan a evitar daños en las superficies y mejorar la seguridad del ensamblaje;
- fontanería: las arandelas se emplean en conexiones de tuberías para prevenir fugas de agua en grifos, válvulas, mangueras y accesorios de plomería;
- electricidad: en instalaciones eléctricas, las arandelas se usan en terminales de cables y conexiones eléctricas para proporcionar una superficie de apoyo más estable y evitar el aflojamiento;
- automoción: en vehículos, las arandelas se aplican en diversos componentes como frenos, motores, suspensión y otros sistemas mecánicos para mejorar la sujeción y resistencia;
- construcción: se emplean arandelas para fijar elementos como vigas, tornillos de anclaje y otros accesorios en concreto, madera y otros materiales;
- hogar: en el ámbito doméstico, las arandelas se encuentran en varios objetos cotidianos, como muebles, electrodomésticos y elementos de bricolaje;
- industria manufacturera: en la fabricación de productos, las arandelas son fundamentales para asegurar y alinear adecuadamente las diferentes partes de un ensamblaje.
Otras acepciones
Entre las demás acepciones de la palabra arandela, podemos mencionar las piezas que, en estufas y cocinas, permiten tapar el hogar. Lo mismo ocurre con el plato metálico o de vidrio que, con agujero en el centro, se coloca en el sector superior de un candelero para recolectar lo que se cae de una vela.
Las lanzas, en tanto, contaban con arandelas sobre la empuñadura para proteger la mano de quien la llevaba. En el terreno de la marina, una arandela es un dispositivo que se usa para evitar que el agua ingrese por las portas (las aberturas similares a ventanas) de una embarcación.
Existen también varios usos regionales de arandela. Según la zona, la noción puede aludir a una cenefa o, en plural, a un tipo de bizcocho o a los adornos exagerados de la ropa femenina.
Receta de arandela
La arandela es un postre suave y cremoso, que se puede preparar con unos pocos ingredientes: leche; crema volteada; pan de molde (alrededor de 8 rebanadas); manzanas criollas (2); mantequilla (de la variedad preferida); azúcar para el caramelo (1/2 taza).
Podemos comenzar preparando el caramelo, colocando el azúcar en un molde de 25 centímetros y cociéndolo a fuego lento hasta que cambie de estado. Luego, poner la crema volteada en el mismo molde, ya acaramelado. Trocear el pan, untarlo con la mantequilla y humedecerlo con leche.
Cortar la manzana en rodajas, y colocarlas sobre la capa de pan, cubriendo con un poco de leche. Repetir este paso con tantas capas como deseemos y quepan en el molde. Llevar al horno y cocer a baño María durante un máximo de 45 minutos. Una vez terminado y desmoldado, se puede decorar con manzana.