Nunca pasan de moda. A algunas personas les fascinan y tratan de crearlos, aunque otras se lamentan por su existencia natural y pretenden eliminarlos cuando se extienden a lo largo de toda su cabellera. Estamos hablando de los bucles, esos rulos o rizos que se forman en el cabello y que dan un aspecto muy particular.
Por ejemplo: “Cuando era pequeña, mi cabeza estaba llena de bucles”, “La modelo sorprendió al cambiar su look y abandonar los bucles”, “Un bucle caía justo entre medio de sus ojos, dándole una apariencia muy simpática”.
El concepto de bucle, de todos modos, también se puede utilizar en otros ámbitos. Se puede mencionar como bucle a distintos elementos que tienen apariencia ensortijada, similar a un helicoide. Incluso es posible referirse a bucles que reciben dicha denominación por su funcionamiento y no por su aspecto.
Los bucles son los rulos que se forman en el cabello.
TemasBucle en la programación
En el ámbito de la programación, un bucle o loop es una estructura que posibilita la repetición de sentencias en muchas oportunidades. Cuando el programador estipula una cierta condición y dicha condición se cumple (es decir, resulta verdadera), se produce la ejecución del bucle, que recién se detendrá cuando la condición se deje de cumplir.
¿Cuál es la ventaja de incluir un bucle en la programación? Este tipo de estructura permite que una acción se repita una y otra vez, sin necesidad de copiar un código idéntico. De esta manera el código final resulta más limpio y puede modificarse con mayor facilidad.
Aquello que tiene apariencia ensortijada puede denominarse bucle.
Su importancia para la simulación
El bucle no sólo es conveniente en ciertos casos, sino que es obligatorio en otros. En la actualidad, gracias a los avances de la tecnología, los videojuegos suelen incluir diversos tipos de partículas, que son pequeños objetos gráficos utilizados para simular agua, fuego, arena, tierra y efectos de magia, entre otras cosas que antiguamente se animaban a mano y no podían interactuar dinámicamente con el resto de los objetos.
En la mayoría de los casos, especialmente en los productos que persiguen el realismo, se necesitan varios cientos de partículas o más moviéndose y reaccionando a los eventos de su entorno en forma individual; si no se utilizara un bucle para controlarlas, debería repetirse el mismo código para cada una de ellas, algo que nadie haría en su sano juicio. El ejemplo de las partículas, si bien sólo los programadores con más conocimientos se adentran en su terreno para la creación de efectos especiales y la simulación de elementos, es muy adecuado para entender la utilidad y la potencial complejidad de un bucle.
Aunque una escena cuente con miles de partículas de agua, por ejemplo, cada una con su propio ciclo de vida, experimentando cosas diferentes y adoptando aspectos y tamaños diversos, no hay que olvidar que todas parten de una misma clase, de un mismo tipo de objeto, por lo cual comparten propiedades y funciones. En otras palabras, si todas ellas son instancias de una clase denominada «agua», entonces tendrán las mismas posibilidades y las mismas «capacidades», su comportamiento se basará en el mismo código, aunque los resultados sean diferentes cada vez.
Utilidad del bucle
Un bucle en el cual se controla un gran grupo de partículas ofrece a cada una las mismas funciones, las mismas líneas de código.
Sin embargo, dependiendo del estado en el que se encuentre cada una, recorrerán uno u otro camino dentro del bucle, y por eso es probable que algunas se evaporen, que otras empapen la ropa de un personaje y que otras, por ejemplo, se esparzan sobre la hierba. Esto demuestra que si bien un bucle puede hacer lo mismo en cada vuelta, dentro de él puede haber condiciones directas o indirectas que multipliquen las posibilidades.
Para las telecomunicaciones, en tanto, un bucle de abonado (también conocido como bucle local) es el tramo de un tendido de cables que une la central de telefonía con el hogar de la persona que usa el servicio.
