La cereza es el fruto del cerezo.
Se llama cereza al fruto producido por el cerezo (un árbol que pertenece a la familia de las rosáceas, cuya madera es muy apreciada en el ámbito de la ebanistería).
TemasEtimología
La palabra «cereza» tiene una etimología interesante que se remonta al latín. Proviene del latín vulgar «ceresia,» que a su vez deriva de la palabra «cerasium» en latín clásico. La palabra «cerasium» fue tomada del griego antiguo «kerásion» (κεράσιον).
La introducción de la palabra «cereza» al latín se atribuye a través de la influencia de los comerciantes griegos que llevaron estas frutas a las regiones de habla latina. La evolución fonética de «cerasium» a «cereza» en español y en otras lenguas romances como el italiano (ciliegia) y el francés (cerise) se debe a las transformaciones naturales de las palabras a lo largo del tiempo.
Cereza es un término procedente del latín vulgar ceresĭa, que deriva de cerasĭum. Este vocablo, a su vez, tiene su origen en el griego kerásion.
Descripción
La cereza tiene forma redondeada y suele presentar un diámetro de unos dos centímetros, con un cabillo o pezón extenso. Su color es rojizo, bastante oscuro, y su piel resulta suave. Las cerezas son drupas: tienen una única semilla, su endocarpio es duro y su mesocarpio, blando y carnoso.
Las cerezas se caracterizan por el sabor agradable de su pulpa. Pueden consumirse frescas (crudas) o emplearse para la elaboración de mermeladas, helados y otros productos.
Clasificación
Es importante mencionar que existen diferentes variedades de cerezas, ya que el fruto puede provenir de distintos árboles del género Prunus. Por un lado tenemos la cereza común, cereza mollar o cereza dulce, que se origina en el cerezo dulce o cerezo silvestre (Prunus avium).
También existe la cereza ácida o guinda, que nace del cerezo ácido (Prunus cerasus). Ambos tipos tienen su lugar en la cocina y la repostería, y su elección depende de las características de cada receta. Las cerezas dulces son ideales para disfrutar solas o en postres, mientras que las variedades ácidas aportan un toque distintivo a salsas y preparaciones horneadas. En cualquier caso, son una deliciosa adición a la dieta y una fuente de antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud.
Cerezas dulces
- Cereza Bing: considerada una de las variedades de cerezas dulces más populares, la Bing es grande, jugosa y de un color rojo oscuro brillante. Es perfecta para comer fresca o usar en postres y mermeladas;
- cereza Rainier: son conocidas por su color amarillo dorado y su dulzura excepcional. Son suaves y tienen un sabor delicado que a menudo se describe como almendrado. Se suelen comer solas;
- cereza Lambert: son grandes, firmes y tienen un color rojo oscuro a morado. Son jugosas y tienen un sabor agridulce equilibrado, lo que las hace ideales para comer frescas o para hornear en pasteles y tartas.
Cerezas ácidas
- Cereza Montmorency: son conocidas por su brillante color rojo y su sabor refrescante. Son ideales para hacer tartas, conservas, jugos y salsas debido a su perfil de sabor característicamente ácido;
- cereza Morello: son pequeñas, de color rojo oscuro y poseen un sabor extremadamente ácido. Se utilizan comúnmente en la preparación de postres, como pasteles, compotas y salsas para carnes;
- cereza English Morello: similar a la cereza Morello, esta variedad es de color rojo oscuro y tiene un sabor ácido pronunciado. Se emplea en la elaboración de mermeladas, compotas y como relleno en pasteles.
Tanto las cerezas dulces como las ácidas se usan en un sinfín de recetas.
Cáscara del grano de café
La palabra cereza también puede hacer referencia a la cáscara de los granos de café, de acuerdo con la Real Academia Española (RAE). Esta acepción aparece en varios países latinoamericanos, como Cuba, Colombia, Honduras y Guatemala.
Cabe recordar que el café es la semilla del cafeto. A la cubierta exterior de la semilla se la menciona, en algunas zonas, como cereza.
