Crispación es la acción y efecto de crispar (irritar, exasperar, causar una contracción pasajera y repentina en un tejido de naturaleza contráctil). En el sentido físico, la crispación suele ser una respuesta espontánea a un estímulo.
Por ejemplo: “Al recibir el pinchazo, no pudo evitar la crispación de sus manos”, “Pese a las pruebas de los doctores, no se detectó ninguna crispación en el paciente”.
Crispación muscular
La crispación muscular, también conocida con el nombre de faciculación muscular, es un tipo de contracción o de movimiento súbito y fino que puede tener lugar en una pequeña parte de un músculo. Por lo general, la crispación muscular es local; en otras palabras, ocurre en zonas bien definidas, como ser el dedo pulgar, los párpados o las pantorrillas, y la razón de su aparición es que un grupo de músculos que contiene un solo filamento nervioso o fibra pierde el control.
En la mayoría de los casos, las crispaciones musculares ocurren sin que el sujeto las note; por otro lado, es común que las advierta cuando se repiten con cierta frecuencia, o bien que se haga evidente para otras personas. El origen de este fenómeno es neurológico, y las causas suelen ser ansiedad o estrés. Sin embargo, las faciculaciones musculares también pueden aparecer para evidenciar ciertos trastornos en el cerebro como consecuencia de una deficiencia en la alimentación, falta de vitamina B12, exceso de ejercicio físico, consumo de estupefacientes o como efecto colateral de la ingesta de determinados medicamentos, tales como estrógenos, cortiocosteroides o diuréticos.
Hay quienes aseguran que las faciculaciones musculares se dan principalmente cuando la temperatura cambia bruscamente, pero esto no debería minimizar la probabilidad de que respondan a trastornos de tipo neurológico, ni las consecuencias que puede tener no tratarlas a tiempo.
Síntomas más comunes
Entre los síntomas más comunes de crispaciones musculares como signo de problemas neurológicos, se encuentran los siguientes: debilidad fuera de lo normal, atrofia muscular (especialmente de la médula espinal), distrofia muscular (se caracteriza por la pérdida de tejido), compresión de un disco nervioso perteneciente a la espina dorsal, esclerosis lateral amiotrófica (también conocido con el nombre de enfermedad de Lou Gehrig), etapa aguda de la poliomielitis o miopatía.
Es altamente recomendable acudir a una consulta médica cuando las crispaciones musculares se producen con cierta frecuencia y, como en todos los casos, no conformarse con la información hallada en Internet para realizar un diagnóstico, dado que es necesaria la opinión de un profesional, de alguien capaz de contrastar los síntomas y de advertir anomalías que excedan los límites de un artículo orientativo.
La crispación como estado de nerviosismo y tensión
El uso más habitual del término, de todas formas, está relacionado a un estado de nerviosismo y tensión. La crispación se refiere a un contexto donde las peleas son frecuentes y abundan las discusiones y el conflicto: “El gobierno, con las declaraciones de los funcionarios, contribuye al clima de crispación”, “Desde que Pérez asumió como entrenador, el club ha vivido en una crispación permanente”, “Estoy cansado de la crispación que existe en este país: todo parece ser motivo de enfrentamiento”.
La noción de crispación es habitual en política, que es el ejercicio del poder para la resolución de conflictos. Si el gobierno o los dirigentes de un país no buscan la armonía con los sectores opositores, contribuyen al aumento de la crispación y, a su vez, encuentran trabas para gobernar.
La forma de evitar la crispación es buscando el consenso, con decisiones que se tomen a partir del acuerdo de la mayoría pero intentando minimizar el nivel de conflicto con la minoría. El consenso permite calmar a la oposición, impidiendo que se alcance la crispación y que se llegue a un choque por cada posición encontrada.