Antes de entrar de lleno en el significado del término dactilopintura, vamos a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra compuesta por la suma de dos componentes diferenciados:
-El sustantivo griego “dactilo”, que puede traducirse como “dedo”.
-El verbo “pingere” que es latino y que significa “pintar”.
Qué es la dactilopintura
La noción de dactilopintura no forma parte del diccionario desarrollado por la Real Academia Española (RAE). El concepto alude a la técnica consistente en pintar con los dedos: es decir, sin utilizar un pincel ni ningún otro utensilio.
La dactilopintura supone la manipulación directa de la sustancia que se empleará para crear la obra. Más allá de la definición que refiere al uso de los dedos, esta práctica también puede desarrollarse con la palma o el canto de la mano, con los antebrazos y hasta con los codos. En algunos casos el concepto incluye además la utilización de los pies.
Asimismo, hay que establecer que este tipo de pintura se puede realizar con una gran variedad de materiales, destacando especialmente la pasta de polenta, la témpera, el barro, el engrudo cocido o incluso las pastas especiales que existen para ella.
Importancia en los niños
Muchos pedagogos impulsan la dactilopintura entre los niños. La técnica suele ayudar a derribar las inhibiciones y a favorecer la expresión, además de contribuir a mejorar el control de la mano y la motricidad fina.
A partir de los seis meses de vida, un niño puede comenzar a incursionar en la dactilopintura. En una primera etapa lo mejor es que use toda su mano, manchando la hoja con libertad. Con el tiempo se le pueden dar instrucciones al pequeño a modo de ejercicio.
Una vez terminada la obra, es probable que el niño desee exhibirla. El trabajo de dactilopintura ya finalizado puede fortalecer su autoestima ya que le demuestra que resultó capaz de realizar la creación en cuestión.
Más allá del fin didáctico, la dactilopintura es un entretenimiento infantil. Es conveniente que un mayor supervise la actividad y que prevea en qué lugar y de qué manera el niño se va a higienizar cuando ya haya terminado.
Otros beneficios de la dactilopintura
Además de todos los beneficios expuestos que trae consigo la dactilopintura para los niños, no podemos pasar por alto otros que también son importantes como estos:
-Les ayuda a desarrollar su creatividad y su imaginación.
-Por supuesto, es una manera de que pueda explotar lo que son sus habilidades artísticas.
-Ni que decir tiene que es una forma de que puedan liberar el estrés.
-Es muy útil para que puedan mejorar su coordinación.
Efectos de esta práctica
Los estudios llevados a cabo en torno a la dactilopintura han servido para detectar, además, una serie de comportamientos habituales de los niños cuando entran en contacto con la misma:
-Miran, huelen e incluso tocan la pintura o los materiales con los que van a trabajar.
-En numerosas ocasiones, son reacios a mancharse las manos y cuando deciden dar el paso de practicarla comienzan únicamente a usar la pintura con un único dedo.
-Vierten la pintura más allá del lienzo o la hoja que se les haya dado.
Cabe destacar que, para los adultos, la dactilopintura también puede convertirse en un vehículo de expresión: la técnica no resulta exclusiva para infantes.