
El diseño instruccional apela a diversos métodos de enseñanza y técnicas didácticas.
El diseño instruccional es un proceso sistemático que se lleva a cabo para generar entornos educativos que resulten efectivos e interesantes para los estudiantes. A través de la planificación y la optimización de recursos, busca facilitar el acceso a contenidos atractivos para favorecer el aprendizaje.
Se considera que el diseño instruccional es un enfoque pedagógico que, partiendo de diversos modelos y teorías, se propone construir una arquitectura capaz de potenciar la adquisición de conocimientos. Se trata de una técnica para recopilar, producir y presentar materiales didácticos que sean estimulantes.


Características del diseño instruccional
El diseño instruccional contempla un análisis de necesidades educativas para la selección de los métodos, las actividades y los contenidos más apropiados en cada caso. En este marco, resulta clave la definición de los objetivos pedagógicos ya que se pretende llevar a cabo una adaptación del currículum educativo o plan de estudios al contexto específico.
Debe considerarse que el diseño instruccional es una instancia previa a la formación en sí misma. Son acciones que deben ejecutarse antes del desarrollo de las clases donde se efectiviza la construcción de conocimientos mediante la enseñanza y el aprendizaje.
Puede decirse que el diseño instruccional es una modalidad de planificación educativa que contempla determinadas estrategias de enseñanza para alcanzar los objetivos de aprendizaje. Se propone desarrollar al máximo las competencias de los estudiantes teniendo en cuenta aquello que necesitan y apostando por la retroalimentación. Además busca que los conocimientos generados puedan ser aplicados en la práctica y aprovechados en la vida real.
Cabe destacar que el diseño instruccional apuesta por la innovación educativa. En su afán de lograr que la educación sea más atractiva y por lo tanto, efectiva, se propone desarrollar recursos de aprendizaje que funcionen como soporte para el docente. Estas herramientas pueden incluir desde la gamificación o ludificación hasta la puesta en marcha de propuestas de e-Learning y el uso de contenido digital educativo.

Fomentar la motivación en el aprendizaje y la autonomía del estudiante es clave en el diseño instruccional.
Los modelos
En el campo del diseño instruccional se reconocen diversos modelos. Estas guías estructuradas brindan las pautas y los pasos a seguir para la generación de las experiencias de aprendizaje.
Modelo ADDIE
Se trata del esquema más usual, cuya sigla en inglés corresponde a los siguientes pasos: Analysis (Análisis), Design (Diseño), Development (Desarrollo), Implementation (Implementación) y Evaluation (Evaluación). La primera etapa requiere examinar las características de los estudiantes y definir las metas educativas de acuerdo a esos rasgos. Luego, en base a esos datos se procede a la planificación de las acciones a realizar, estableciendo qué metodologías se emplearán. El trabajo continúa con la selección y las creación de los materiales antes de dar paso a la implementación de todo lo trabajado para desarrollar efectivamente el curso en cuestión. El modelo se completa con la evaluación del aprendizaje.
Modelo ASSURE
Analyze (Analizar las características de los estudiantes), State (Establecer los objetivos pedagógicos), Select (Seleccionar la metodología y los recursos), Utilize (Utilizar las herramientas seleccionadas), Require (Demandar la participación activa de los alumnos) y Evaluate (Evaluar los resultados) son las palabras que forman el acrónimo ASSURE. En este caso, como puede advertirse, el modelo promueve un trabajo en seis etapas.
Modelo de Dick y Carey
Walter Dick y Lou Carey son quienes crearon este modelo que lleva su nombre. Con este enfoque se parte de la premisa de la existencia de un vínculo que puede predecirse entre los materiales (que funcionan como estímulos) y las respuestas de los alumnos (las cuales revelan el aprendizaje). El diseño instruccional consiste en la definición de los objetivos, que se asocian a diversas habilidades que los estudiantes deben desarrollar.
Modelo de Gagné
Nueve pasos integran la guía instruccional ideada por Robert M. Gagné, focalizada en cómo los estudiantes reciben los estímulos. Esta práctica requiere conseguir la atención de los alumnos, transmitirles los objetivos de la formación y estimular sus conocimientos previos antes de la presentación de los contenidos. Hecho esto, se brinda orientación a los estudiantes, se analiza el rendimiento de las actividades, se apela a una retroalimentación para reforzar el compromiso y se evalúa el desempeño. La última tarea consiste en promover que el conocimiento sea retenido y transferido a otros contextos.

El diseño instruccional tiene en cuenta el perfil del estudiante y el contexto de aprendizaje.
Beneficios del diseño instruccional
El diseño instruccional favorece un aprendizaje activo ya que demanda compromiso y participación por parte del estudiante. Al considerar las condiciones individuales de cada uno y tener en cuenta su contexto, contribuye a la motivación.
También impulsa un aprendizaje significativo debido a que pone en relación saberes previos con los nuevos conocimientos y promueve la aplicación de lo aprendido en la práctica. Esta particularidad hace que el alumno sienta el deseo de aprender para poder llevar esos recursos a su cotidianidad.
Al apoyarse en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), por otro lado, el diseño instruccional logra diversificar los recursos que pueden usarse desde la pedagogía y la didáctica. De este modo puede apelar a herramientas como MOOCs o el m-Learning (mobile learning) para la formación, por ejemplo.