El proceso de sociabilización por el cual una persona asimila y aprende conocimientos recibe el nombre de educación. Los métodos educativos suponen una concienciación cultural y conductual que se materializa en una serie de habilidades y valores.
Se conoce como medio ambiente o ambiente natural al entorno que incluye al paisaje, la flora, la fauna, el aire y el resto de los factores bióticos y abióticos que caracterizan a un determinado lugar.
Qué es la educación ambiental
La educación ambiental, por lo tanto, es la formación orientada a la enseñanza del funcionamiento de los ambientes naturales para que los seres humanos puedan adaptarse a ellos sin dañar a la naturaleza. Las personas deben aprender a llevar una vida sostenible que reduzca el impacto humano sobre el medio ambiente y que permita la subsistencia del planeta.
Cuando se estudia y se trabaja dentro de este tipo de educación se gira en torno a cuestiones que se consideran que son fundamentales para conseguir proteger nuestro entorno natural y para lograr así también una mejor calidad de vida. En este sentido, uno de los ejes de la citada educación ambiental es el conjunto de las llamadas energías renovables, gracias a las que cuales se intenta reducir la contaminación, disponer en todo momento de fuentes de energía y hacer uso de los recursos naturales para contar con ella.
La solar, la térmica, la eólica o la fotovoltaica son algunos de esos tipos de energías renovables que cada vez se están haciendo más presentes en todo el mundo ya que las mismas no tienen problema de acabarse pues utilizan como fuente tanto el Sol como el viento, por ejemplo.
Algunos objetivos
Es importante subrayar el hecho de que a la hora de poner en marcha la educación ambiental la misma se tiene que sostener o ir desarrollándose una vez que las personas a las que se dirige aquella van descubriendo y adquiriendo conocimientos sobre cuestiones tales como la ecología, la contaminación, la ocupación de enclaves naturales, las amenazas que se ciernen sobre el entorno natural…
Reducir la contaminación, minimizar la generación de residuos, impulsar el reciclaje, evitar la sobreexplotación de los recursos y garantizar la supervivencia del resto de las especies son algunos de los objetivos de la educación ambiental.
Pilares de la educación ambiental
Este tipo de educación debe tener en cuenta las distintas dinámicas sociales, culturales y económicas que hacen a la vida de una comunidad. El modelo de consumo y los métodos de producción suelen tener un impacto directo sobre el ecosistema y son las principales cuestiones que deben modificarse para alcanzar el desarrollo sostenible.
Actualmente se considera que el citado tipo de educación se sustenta en cuatro pilares fundamentales o se divide en cuatro niveles como son los fundamentos ecológicos, la concienciación conceptual, la investigación y evaluación de problemas así como la capacidad de acción.
La educación ambiental forma parte de los programas educativos de las escuelas, pero también es fomentada de manera informal o no sistematizada por campañas gubernamentales, proyectos de organizaciones civiles e iniciativas de empresas.
Palabra de experto
Gonzalo Álvarez es un educador ambiental y artista argentino. En 2000 creó el Proyecto BIO, una exposición itinerante de arte que busca generar conciencia sobre el medio ambiente.
Declarado de Interés Cultural, Educativo, Social y Ambiental por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Proyecto BIO incluye el desarrollo de talleres de arte y educación ambiental en establecimientos educativos e instituciones.
Consultamos a Gonzalo sobre su trabajo y su mirada sobre la educación ambiental:
Hoy en el mundo los ecosistemas están colapsados porque se consume y se destruye muy rápido. Están en extinción tanto la palabra como el amor y los valores. Por eso se hace necesario plantar, generar un respeto, un orden y un principio de cambio. Y por eso es imprescindible la educación ambiental, que va muy de la mano con la educación emocional. Aprender a escucharnos, escuchar nuestros silencios, escuchar al otro, entender la mirada del niño… Para mí es una alegría enorme, pero es muy necesario que los docentes entiendan que esto es parte de la disciplina de sus vidas. Ellos son referentes, y un docente que es referente de niños tiene que poder ser el principal responsable de su acción. Por eso, cuando el docente entiende que su mirada y su trabajo es sensible, cambia y de eso se trata mi proyecto.
Proyecto Bio tiene 25 años, para mí es una enorme transformación crear puentes. Sobre todo para fortalecer las emociones de los nenes y su inocencia, que sientan confianza a partir del arte y la espontaneidad. Cada obra de arte, cada dibujo, es la primera palabra de expresión de un niño, por eso busco todo el tiempo formar pedagógicamente a los docentes para que tengan una mirada más altruista y aprendan a escuchar la emocionalidad de los niños.
Hoy los chicos vienen con mayores carencias por la falta de amor y de tiempo desde sus casas. Por eso mi proyecto y mi trabajo son muy lindos, prácticamente trascendentales y un desafío eterno. Recorro muchos jardines y escuelas de numerosas ciudades y siempre los resultados son increíbles. Confío tanto en mi labor sobre todo porque logro, por ejemplo, que un adolescente vuelva a sensibilizarse o que investigue a partir del arte cómo encontrar sus emociones y poder expresarlas. La carencia referencial en Argentina es mi principal objetivo a solucionar.
Cada escuela para mí es una oportunidad porque les enseño a plantar, a escuchar, a apreciar el sonido de los pájaros, a entender qué es un colibrí o qué es un coatí y les transmito por qué es necesario trabajar en manada, en equipo, y por qué es lindo escuchar al otro. Cada obra de arte, de cada niño, es el resultado de su felicidad y, como artista, que cada niño encuentre su felicidad es lo más lindo.
Gonzalo Álvarez