Un ejemplo de esgrafiado sobre un fresco
Esgrafiado es el acto y el resultado de esgrafiar. Esta acción (esgrafiar), en tanto, refiere a dibujar con un grafio, haciendo que salten trozos de la superficie para descubrir el color de otra capa.
TemasUna técnica de ornamentación
Se llama esgrafiado a la técnica que consiste en el desarrollo de este tipo de ornamentación. Para esgrafiar, la persona utiliza el grafio, que es un instrumento especial para llevar a cabo estas labores.
El esgrafiado requiere trabajar sobre una superficie estofada (ya preparada o dispuesta). Lo habitual es que se desarrolle en techos y en muros internos o externos de una construcción.
Lo que hace el esgrafiado es crear figuras o formas al retirar tramos de la capa superficial. El artista, con el grafio, ralla la superficie y permite que quede a la vista un color diferente, dando lugar a los dibujos.
Muchas veces se emplean plantillas que presentan figuras geométricas. Así el esgrafiado consiste en la repetición de una serie de patrones para la decoración.
Origen del esgrafiado
Es importante señalar que el esgrafiado arquitectónico surgió varios milenios antes de Cristo. Por lo tanto, se trata de una técnica de decoración muy antigua. Los egipcios, los árabes, los romanos, los asirios y los griegos, por ejemplo, lo aplicaron a la arquitectura, en mayor o menor medida. Su perfeccionamiento, sin embargo, tuvo lugar de mano de los antiguos romanos.
Partiendo de una arquitectura que consistía en el uso de una argamasa para revestir paredes y techos con decoraciones, los romanos mejoraron la fórmula de la argamasa para volverla más resistente contra el deterioro propio de las inclemencias del tiempo, pero también para abrir las puertas a edificios más bellos y majestuosos.
Más adelante, en el Renacimiento, la técnica se aplicó con maestría en bóvedas y fachadas de iglesias, palacios y otros edificios. En este caso, los artistas de Italia tenían la intención de recuperar las técnicas clásicas y antiguas para poder aplicarlas a sus creaciones, y fue así que comenzaron a usar polvos de mármol y cal en sus estucos.
La relevancia del esgrafiado creció considerablemente gracias al renombre que adquirieron artistas de la talla de Miguel Ángel, Rafael Sanzio o Leonardo da Vinci. Los monumentos y palacios en los que se puede apreciar esta técnica lucen una nobleza incomparable.
En España
Podemos apreciar en la Alhambra, un famoso complejo granadino formado por palacios y jardines, uno de los usos más destacados del esgrafiado. En este monumento arquitectónico encontramos motivos geométricos plasmados en serie sobre los mosaicos y los frisos que fusionan la simetría con la arquitectura de manera artística.
En la Alhambra, el esgrafiado se elevó a niveles inalcanzables
Esta peculiar unión entre disciplinas a veces consideradas lejanas eleva el impacto visual de la Alhambra y colabora con su trascendencia en el tiempo. En Cataluña, por otra parte, el esgrafiado se relaciona con la burguesía, para la decoración de las viviendas de manera que fuera evidente el nivel de vida de la población.
Lo encontramos sobre todo en Barcelona, donde tuvo una especial importancia desde finales del siglo XVIII. Allí podemos observar una amplia variedad de modelos de esgrafiado con un carácter muy propio, que surgió como resultado de una evolución de los estilos preexistentes llevada a cabo por los artistas del lugar.
Más allá de la arquitectura
De todos modos, el esgrafiado trasciende a la arquitectura. En la alfarería, el grabado conocido como esgrafiado -realizado con un punzón- se emplea desde el Neolítico. En este caso, esgrafiar consiste en hacer incisiones y rayas en la masa tierna o en el objeto ya cocido. En la Edad Media, por otra parte, el esgrafiado se aplicaba en las ilustraciones en oro que se realizaban sobre manuscritos.
