El primer paso que vamos a dar para poder conocer el significado del término exigencia es descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que subrayar que deriva del latín, exactamente de exigentia, que es fruto de la suma de los siguientes componentes:
-El prefijo ex-, que significa “hacia fuera”.
-El verbo agere, que puede traducirse como “llevar adelante” o “mover”.
-El componente -nt-, que se usa para indicar “agente”.
-El sufijo -ia, que es sinónimo de “cualidad”.
Se trata del acto y la consecuencia de exigir: demandar, pedir algo de manera imperiosa. Por ejemplo: “El empresario se negó a aceptar la exigencia del líder sindical de reincorporar a los trabajadores despedidos”, “La exigencia de hablar en castellano adentro del bar es discriminatoria”, “Se intensifica la exigencia al gobierno de incrementar la ayuda social para asistir a los sectores más pobres”.
Entre los sinónimos de exigencia están mandato, requerimiento, imposición, intimación, coacción y coerción. Por el contrario, entre sus antónimos nos encontramos con palabras tales como transigencia, conformismo, elasticidad y comprensión, por ejemplo.
Qué es una exigencia
Cuando una persona exige, realiza un reclamo e insta a que su solicitud sea cumplida. Esto quiere decir que una exigencia, al menos en un sentido simbólico o teórico, no contempla una respuesta negativa. En cambio, si un individuo hace un pedido, acepta la posibilidad de que su requerimiento no sea atendido.
Un grupo de trabajadores puede realizar una exigencia a su empleador: o mejora las condiciones laborales o iniciarán una huelga por tiempo indeterminado. Si el jefe no cumple con la petición, por lo tanto, los empleados no seguirán cumpliendo con sus funciones. Distinto es el caso si los trabajadores le sugieren al empleador que mejore las mencionadas condiciones, sin ninguna otra advertencia.
La idea de exigencia también se utiliza para aludir a una pretensión o a la demanda de esfuerzo: “El club decidió no contratar al jugador alemán ya que no está dispuesto a satisfacer sus exigencias”, “La exigencia en esta empresa es muy grande”, “Soy una actriz de trayectoria y por eso tengo algunas exigencias a la hora de trabajar”.
El término en libros
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco que existen diversos libros que utilizan en sus títulos el término que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, de la obra “Exigencia y ternura. Cartas pedagógicas para acompañar una vida en crecimiento”, escrita por José Ramón Urbieta.
Asimismo, también destaca “La exigencia de justicia”, que es un trabajo realizado por Gustavo Zagrebelsky y Carlo Maria Martini. En él vienen a abordar la justicia desde diferentes puntos de vista y cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo para convertirse en pieza clave de la sociedad, no solo desde un punto de vista laico sino también social, en algunos casos desde una perspectiva más sencilla y en otros desde una visión más profunda y compleja.