El vocablo latino foedus, que puede traducirse como “pacto”, llegó a nuestro idioma como federal. Este adjetivo hace referencia aquello vinculado al federalismo: la doctrina, la corriente o el sistema basado en los preceptos de la federación.
Para saber a qué alude el término federal, por lo tanto, es imprescindible entender qué es una federación. Así se denomina a una entidad que surge a partir de la unión formal y estable de sus diversos integrantes, que mantienen vínculos ordenados según principios de autonomía, participación, jerarquía y unidad.
Una federación, en definitiva, es una agrupación de entidades que son relativamente autónomas. Muchas veces la federación surge por la asociación de entidades políticas o territoriales que se unen bajo este tipo de régimen.
El Estado federal
Un Estado federal es aquel cuyas competencias constitucionales se distribuyen entre el Gobierno central y los distintos Estados particulares que lo componen. En un Estado centralizado o unitario, en cambio, hay un único centro de poder político que ejerce el control sobre la totalidad del territorio.
Los países que están formados por distintas unidades territoriales con capacidad administrativa (municipios, provincias, departamentos, regiones, etc.) y que cuentan con un Gobierno central, se conocen como Estados federales. Muchas veces estos Estados se organizan como repúblicas (es decir, repúblicas federales).
El ejemplo de México
México es un ejemplo de Estado federal o república federal. Este país presenta treinta y dos entidades federativas: la Ciudad de México (que es la capital federal) y treinta y un estados. La Constitución Nacional, promulgada en 1917, establece las regulaciones y los límites en la relación entre los órdenes diferenciados de gobierno (municipal, estatal y federal), entre los poderes de la federación (el Poder Judicial, el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo) y entre estos poderes y los ciudadanos.
Otros nombres por los cuales se conoce el concepto de estado federal son república federal y federación. En un primer momento y desde un punto de vista meramente teórico, una de las razones principales por las cuales se diseñó el sistema de gobierno federal era entregarles a los pobres el exceso de poder del que gozaban los ricos, parar conseguir un equilibrio en la sociedad.
Organización de un gobierno federal
La aplicación de un gobierno federal es una buena opción para países de grandes dimensiones desde un punto de vista territorial, con un grupo de habitantes muy diverso, aunque siempre haya una cultura común que los una a todos. Podríamos decir, por lo tanto, que esto no es otra cosa que «una gran federación».
Cada uno de los gobiernos regionales y estatales, que son muchos y más pequeños que el gobierno central de un país, recibe un cierto número de responsabilidades para que cada sector tenga un objetivo bien definido que beneficie a todo el conjunto.
Si bien el desarrollo de cada país depende de muchos más factores que su organización política, los teóricos reconocen ciertas ventajas del estado federal, algunas de las cuales se listan a continuación:
* los acuerdos que los gobernantes llevan a cabo pueden tener un vínculo más estrecho y un carácter más local, dada la mayor cercanía entre las autoridades y los ciudadanos;
* la ciudadanía tiene una mayor participación, además de menores dificultades para gozar de ella;
* los problemas y sus potenciales soluciones se pueden presentar al pueblo por canales más directos;
* el gobierno tiene más facilidad para el desarrollo de políticas, para la evaluación de resultados y para la supervisión de la administración pública.
También es posible hablar de estado federal descentralizado, ya que tiene lugar el traspaso del gobierno central hacia las autoridades que se hallan por debajo del mismo. Esta relación no es precisamente de tipo vertical, sino que se trata de una atribución de poder en favor de los gobiernos locales para que se desempeñen como agentes del central.