La noción de fuente procede del vocablo latino fontis. Aunque el término tiene varios significados, en este caso nos interesa su acepción como el origen o el sustento de algo. Información, por otra parte, es una noticia o un contenido que permite al receptor adquirir determinados conocimientos.
La idea de fuente de información, en este marco, refiere al individuo o el material que aporta datos de interés. En el contexto del periodismo y del ámbito investigativo, una fuente es específicamente aquel o aquello que brinda información.
El trabajo de un periodista requiere el contacto con fuentes de información que le permitan conseguir los datos necesarios para el desarrollo de un artículo, un informe, etc. A nivel general, se espera que un periodista consulte al menos tres fuentes de información distintas antes de publicar una nota: si tres fuentes confiables corroboran la veracidad de un dato, es poco probable que dicho dato sea erróneo o falso. En cambio, si una única fuente aporta la información, hay un mayor riesgo de error.
Una fuente primaria de información aporta material de primera mano (es protagonista o testigo de los hechos). Una fuente secundaria, en cambio, toma y reproduce la información que le aportó una fuente primaria. Las fuentes de información, por otra parte, pueden ser orales, escritas o de otro tipo, dependiendo de cómo se transmitan los datos.
La protección de la identidad de una fuente de información es muy importante para el periodista: el trabajador de prensa en muchos casos se compromete a no dar a conocer el nombre de quien le suministra la información para evitar que esta persona sufra algún tipo de persecución o represalia. A su vez, cuando la fuente de información permanece anónima, surge la imposibilidad de contrastar la veracidad de lo que expresa.
Esto último sucede muy a menudo en Internet cuando se esparce un rumor, tanto uno que tiene la intención de desvelar información confidencial dañina para sus protagonistas como uno que simplemente da a conocer ciertos datos que habrían sido publicados tarde o temprano. Cuando la fuente de información es anónima, una parte de quienes reciben el mensaje pierde interés de manera instantánea, porque solamente cree en aquello «que puede ver y tocar». Una segunda porción del público se muestra dubitativa pero contempla la posibilidad de que el rumor sea legítimo, mientras que el resto de la gente no le da importancia al anonimato.
En algunos foros de Internet los moderadores se encargan personalmente de verificar la identidad de aquellos usuarios que desean publicar rumores sin dar a conocer su nombre y apellido. Según las reglas, tienen la obligación de certificar sus datos personales, incluyendo el nombre de la empresa para la que trabajan (que suele ser el sitio del cual surgen los datos confidenciales) y el puesto que en ella ocupan. Recién cuando los moderadores completan este procedimiento les permiten escribir la noticia y conectarse con el resto de los usuarios.
En ciertos ámbitos, esta clase de fuentes de información son especialmente comunes y generan un grado de conmoción considerable. Por ejemplo, en el mundo del videojuego se celebran varias convenciones a lo largo del año, en distintas partes del mundo, pero ninguna es tan importante como la E3, la exposición de entretenimiento electrónico, que tiene lugar en Los Angeles en el mes de junio y concentra el mayor número de noticias reveladoras por parte de las empresas más relevantes a nivel mundial. Cuando se acercan estas fechas, los foros de jugadores se convierten en auténticos nidos de rumores.
La búsqueda de una fuente de información se aprende en la escuela primaria, desde la primera vez que los docentes nos indican que investiguemos acerca de un tema determinado para elaborar un documento a modo de resumen, por ejemplo.