El término geolocalización no está incluido en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Allí tampoco aparece el verbo geolocalizar. Sin embargo, estos conceptos se utilizan con frecuencia en nuestra lengua al hacer mención a la ubicación de algo o alguien en un sistema de coordenadas geográficas.
Para comprender la idea de geolocalización, por lo tanto, primero hay que saber qué es un sistema de coordenadas geográficas. Así se denomina al sistema que permite referenciar un punto en la superficie del planeta Tierra a partir de dos coordenadas angulares: longitud (oeste u este) y latitud (sur o norte). De este modo, se establecen los ángulos laterales de la superficie respecto al centro del planeta y según su eje de rotación.
La geolocalización, en definitiva, apela a las coordenadas: líneas que permiten la determinación de la posición de un punto en el espacio. Para ubicar el punto en cuestión, suele recurrirse a un hardware y un software que analiza, registra y almacena la información geográfica que se referencia.
Habitualmente, la geolocalización marca la ubicación de un cuerpo en el espacio midiendo coordenadas de latitud, longitud y altura. Por lo general la noción se asocia al Sistema de Posicionamiento Global (conocido como GPS por sus siglas en inglés), que utiliza satélites para obtener las coordenadas.
El GPS usa una red de 24 satélites que orbitan sobre la Tierra con trayectorias sincronizadas para lograr la cobertura de toda la superficie. Para obtener una geolocalización, el aparato conectado al GPS recibe señales de al menos tres satélites, calculando el tiempo que demoran las señales en llegar al equipo. Así puede medir la distancia existente hasta el satélite a través de la trilateración inversa. Al conocer las coordenadas de los tres satélites, se estable la posición real del punto de medición.
De la misma manera, es interesante descubrir lo que se conoce como geolocalización marketing. Como geomarketing también se hace mención a esta herramienta que se emplea en el mencionado sector del marketing y que se sustenta en la ubicación de los clientes a los que se desea llegar.
En concreto, esa ahora está muy de moda y es cada vez más usada por empresas porque trae consigo beneficios tales como que da la posibilidad de lanzar promociones especiales para los clientes teniendo en cuenta esa ubicación, que permite conocer a fondo dónde se tienen más clientes o dónde están los que gastan más en la citada empresa e incluso porque permite dar con otras oportunidades de negocio.
Además de todo lo indicado tampoco podemos pasar por alto la existencia de lo que se da en llamar geolocalización de empresas. Con este término se hace mención al hecho de que una empresa puede ubicarse y dar a conocer concretamente a la misma a través de distintas apps para que los potenciales clientes puedan identificarla con claridad y acceder a ella. No obstante, también permite aplicarse a nivel productivo.
Si cada vez más empresas recurren al empleo de ese sistema es porque, entre otras cosas, aumenta la seguridad de aquellas, les permite hacerse notar por encima de sus competidores, da la posibilidad de ofrecer a los clientes información y recursos que puedan ser de su interés, contribuye a mejorar lo que es el nivel de productividad en ámbitos como el transporte…