Antes de entrar de lleno en el descubrimiento del significado del término indeleble, vamos a proceder a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que deriva del latín, concretamente de “indelebilis”, que significa “que no se puede borrar” y que es fruto de la suma de los siguientes componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que es sinónimo de “no” o “sin”.
-El verbo “delere”, que puede traducirse como “borrar” o “destruir”.
-El sufijo “-bilis”, que se usa para indicar posibilidad.
El término indeleble se utiliza para calificar a lo que resulta imposible de eliminar o borrar.
Por ejemplo: “Para registrar que un ciudadano votó, la autoridad electoral realiza una marca con tinta indeleble en su documento”, “Gracias a sus grandes actuaciones y a todos los títulos que consiguió, el jugador se retira dejando una huella indeleble en el club”, “El recuerdo indeleble de mi abuela me acompaña siempre”.
Entre las palabras que se pueden utilizar como sinónimos de indeleble destacan algunas tales como estas: imborrable, inmutable, inextinguible, perdurable, permanente, inalterable, duradero, persistente o sólido. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras como borrable, mutable, pasajero, extinguible, alterable, transitorio o incluso variable.
La noción de indeleble puede emplearse en sentido físico o simbólico. En el primer caso, por lo general alude a una tinta o una pintura que, por sus características, es muy difícil de quitar de una superficie.
Lo habitual es que se apele a la tinta indeleble cuando se desea que un texto, un dibujo, una firma o un sello persistan el tiempo y no puedan ser borrados ni siquiera adrede sin dañar o destruir el papel, el cartón o el soporte utilizado.
Las tintas indelebles se usan por motivos de seguridad. Cuando se necesita registrar una huella dactilar en un documento, se utiliza una tinta de este tipo para que, por más que pasen los años, la huella en cuestión se mantenga inalterable.
Dentro del ámbito de los cosméticos es muy habitual que se utilice el término indeleble para referirse a algunos que son muy duraderos. Este sería el caso, por ejemplo, de las labiales indelebles que se identifican porque pueden permitir que una mujer tenga los labios pintados de manera perfecta durante 24 horas seguidas. Y es que esos cosméticos no se estropean ni aunque aquella beba o coma a lo largo de ese citado periodo de tiempo.
Lo indeleble también puede ser algo abstracto. Supongamos que un niño de diez años viaja por primera vez a una ciudad costera para pasar sus vacaciones de verano. Allí conoce el mar, da su primer beso y disfruta experiencias que nunca había vivido. El viaje, por lo tanto, deja una marca indeleble en el alma de esta persona: por más que pasen los años, siempre lo recordará.
Además, tampoco podemos olvidarnos de la obra literaria “La mancha indeleble. Cuentos escritos en el exilio y apuntes sobre el arte de escribir cuentos”. Fue publicada en 1962 y está escrita por Juan Bosch (1909 -2001).