El término modelo proviene del concepto italiano de modello. La palabra puede utilizarse en distintos ámbitos y con diversos significados. Aplicado al campo de las ciencias sociales, un modelo hace referencia al arquetipo que, por sus características idóneas, es susceptible de imitación o reproducción. También al esquema teórico de un sistema o de una realidad compleja.
El concepto de gestión, por su parte, proviene del latín gesĭo y hace referencia a la acción y al efecto de gestionar o de administrar. Se trata, por lo tanto, de la concreción de diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera. La noción implica además acciones para gobernar, dirigir, ordenar, disponer u organizar.
De esta forma, la gestión supone un conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver un asunto, concretar un proyecto o administrar una empresa u organización.
Qué es un modelo de gestión
Por lo tanto, un modelo de gestión es un esquema o marco de referencia para la administración de una entidad. Los modelos de gestión pueden ser aplicados tanto en las empresas y negocios privados como en la administración pública.
Esto quiere decir que los gobiernos tienen un modelo de gestión en el que se basan para desarrollar sus políticas y acciones, y con el cual pretenden alcanzar sus objetivos.
El modelo de gestión que utilizan las organizaciones públicas es diferente al modelo de gestión del ámbito privado. Mientras que el segundo se basa en la obtención de ganancias económicas, el primero pone en juego otras cuestiones, como el bienestar social de la población.
La dirección de empresas
Un buen punto de referencia para entender el concepto de modelo de gestión es el empresarial, donde podemos encontrar una amplia variedad. Es necesario señalar que no hay uno perfecto para todos los casos, sino que cada negocio tiene diferentes requisitos.
Uno de los modelos de gestión empresarial más conocidos a nivel mundial es el que creó Henry Mitzberg, un especialista en el terreno de los negocios que reconoce cinco niveles de jerarquía en toda organización:
* núcleo de operaciones: en esta capa se encuentran los empleados que están a cargo de producir y prestar servicios;
* ápice estratégico: incluye a todos los roles de mayor responsabilidad dentro de la empresa, a aquellos que la dirigen;
* línea intermedia: es donde las metas se transforman en acciones;
* tecnoestructura: en este grupo se hallan los encargados de estandarizar los procesos de la compañía;
* personal de apoyo: son todos aquellos empleados que ofrecen servicios profesionales a la firma. Su participación no siempre es estable, ya que en algunos casos se los contrata de manera temporal.
Otros modelos de gestión
Otro modelo de gestión popular se denomina organizaciones planas. Consiste en «eliminar» todos los peldaños más frecuentes en la organización de las empresas con el propóstio de volver más ágil su funcionamiento por medio de la motivación de los empleados y la transparencia de su operación. En otras palabras, el poder se reparte de una forma relativamente equitativa para que no sea necesaria la supervisión. Claro que no se recomienda para grandes compañías, porque puede resultar en una suerte de anarquía que conduzca a la ruina.
También existe el modelo de Zeitgeist, que propone una gestión de tipo circular. Para ello es necesario estructurar la empresa en cinco áreas, cada una con su propio delegado, de manera que no exista el mando intermedio común en las organizaciones tradicionales.
El modelo de gestión Lean, por su parte, persigue el aprovechamiento del dinero, el tiempo y la energía, para reducir al mínimo el desperdicio de recursos. Se apoya en los siguientes cinco pilares: definición, medición, análisis, implantación y control. Uno de los beneficios que se desprenden de su uso es el aumento de satisfacción de los clientes.