El concepto de oficialismo se utiliza en varios países latinoamericanos para nombrar al grupo de los funcionarios que forman parte de un determinado gobierno y al movimiento o las ideas que brindan apoyo al mismo.
Dentro de la noción de oficialismo, puede englobarse a dirigentes, economistas, periodistas y partidos políticos. Los oficialistas defienden a las autoridades en funciones y buscan que el partido gobernante permanezca en el poder.
Algunos ejemplos donde encontramos el concepto: «El oficialismo apoyará el proyecto de ley que pretende modificar el régimen de ejecuciones hipotecarias», «Estoy indignada por las declaraciones violentas del oficialismo», «El diputado dejó la oposición y se sumó a la bancada del oficialismo».
El oficialismo, algo dinámico
El oficialismo, por lo tanto, no es algo estático o que siempre esté vinculado a las mismas personas o doctrinas. Un partido político que hoy está en el gobierno y, por lo tanto, es el oficialismo, mañana puede perder las elecciones y convertirse en la oposición. De igual forma, el partido que actualmente se opone al gobierno está en condiciones de acceder al poder en el futuro y transformarse en el partido oficialista del territorio en cuestión.
Las personas, de hecho, pueden modificar su pensamiento y conducta y pasar del oficialismo a la oposición y viceversa sin que cambie el gobierno. Supongamos que, en un país gobernado por el Partido Socialista, un senador que apoyaba las medidas del gobierno termina desencantado con las autoridades y comienza a apoyar los proyectos del Partido Liberal. Podría decirse que abandonó el oficialismo y pasó a ser un político opositor.
Dictadura y medios de comunicación
Es importante señalar que en algunos países los dirigentes actúan de formas poco democráticas, manifestando una postura que roza las características de una dictadura (extorsión, violencia, censura, etc). En este tipo de gobiernos se busca la obediencia absoluta del pueblo y para ello se valen de diferentes herramientas no democráticas.
El dominio hegemónico de los medios de comunicación es una de las estrategias más utilizada, con consecuencias nefastas. En algunos países los medios fundamentales, encargados de difundir información y de mostrar la realidad al pueblo, suelen estar en manos de los grupos oficialistas, del partido que tenga el poder, y la información por lo tanto se tergiversa en función de intereses de dicho grupo.
El término oficialismo no entraña ninguna connotación positiva o negativa. Sin embargo, en el habla coloquial, a veces se utiliza de forma despectiva para referirse a aquellos medios o entidades que protegen de forma alevosa los derechos y las opiniones de los grupos que se encuentran en el poder. Suele decirse «Este diario es oficialista, no deberías leerlo», «No miro ese canal porque es del oficialismo y cuenta lo que ellos quieren» y frases por el estilo.
El oficialismo y la censura
En general aquellos periódicos o canales de televisión que reciben una subvención del Estado, es decir que son considerados del pueblo, suelen estar controlados con los grupos que ostentan el poder y ofrecen siempre la versión oficial de los hechos. Es común que en los países donde ciertos medios se encuentran controlados por el oficialismo, el resto se manifieste en contra de ellos e intente contrarrestar con información la desinformación.
No obstante, cuando existe un estado de democracia dudosa, aparece la censura. Y en ese caso, el oficialismo controla toda la información que se publica y bloquea aquellas noticias que se oponen a sus puntos de vista. En el caso de que existan periodistas o medios de comunicación que intenten oponerse a estas políticas y, pese a la censura, publicar su versión de las noticias, el oficialismo suele recurrir a métodos más drásticos, de extorsión y violencia. Sin lugar a dudas los medios en manos del gobierno es uno de los mayores peligros para la democracia.