El vocablo latino omnĭbus, que se traduce como «para todos», llegó al francés como omnibus. Ese es el antecedente etimológico inmediato de ómnibus, un término que alude a un medio de transporte.
Una palabra latina esa que se formó a partir de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua: el vocablo «omnis», que puede traducirse como «todo», y el sufijo «-bus», que viene a indicar el dativo plural.
Un ómnibus es un vehículo con capacidad para el traslado de muchas personas. Por lo general forma parte del transporte público y brinda servicios en el interior de una ciudad.
Muchas veces el concepto se emplea como sinónimo de autobús o de colectivo, según el país. Su significado específico depende del contexto, aunque la idea siempre refiere a un vehículo cuyo diseño y tamaño permiten transportar simultáneamente a numerosos individuos.
El ómnibus suele recorrer un trayecto fijo urbano o interurbano. Los pasajeros deben abonar un cierto monto para utilizar el servicio y pueden subir o descender del transporte en diversas paradas.
Un ómnibus puede tener una capacidad de entre ocho y ciento veinte pasajeros. El modelo más pequeño es conocido como microbús, mientras que el ómnibus articulado y el ómnibus de dos pisos son los más grandes. En algunos casos, los ómnibus siguen subiendo pasajeros cuando ya no quedan asientos disponibles: la gente, en este marco, debe viajar de pie.
Es importante tener en cuenta que los diversos regionalismos hacen que existan varias palabras para aludir a diferentes tipos de ómnibus. En Argentina, por ejemplo, se llama colectivo al ómnibus interurbano, mientras que al ómnibus que realiza recorridos de larga distancia se lo conoce como micro.
Si pensamos en las Islas Canarias, por ejemplo, al ómnibus, en cualquiera de sus variantes, se le conoce por el nombre de «guagua».
En el ámbito de la televisión, por otra parte, se denomina programa ómnibus o programa contenedor a aquel que tiene varios bloques o unidades de entidad independiente. Estos programas pueden incluir concursos de talentos, entrevistas a personalidades, sketches humorísticos y música en vivo, por citar algunas posibilidades.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que hay una saga literaria que se da en llamar «Ómnibus: Trilogía de Las Grandes Familias». Se encuentra escrita por Maurice Druon y se compone de estas tres novelas: «Las grandes familias», «La caída de los cuerpos» y «Cita en los infiernos».
Como su propio título ya nos indica, gira en torno a dos clanes familiares: los Schoudler y los La Monnerie. A partir del año 1915 es cuando el lector conoce a esos que verán entrelazados sus destinos cuando dos personas, un miembro de cada uno de ellos, se casen. Nos estamos refiriendo a François y a Jacqueline.
Desde ese momento, se realizará un recorrido por el paso de los años y de la vida de esas familias que se verán envueltas en tramas de poder, de venganza, de ambición y todo teniendo como telón de fondo una convulsa situación política a nivel mundial.
Otra obra que tiene en su título el término que nos ocupa es «El ómnibus perdido», que fue publicada en 1947 y que está escrita por John Steinbeck.
