El papel es una hoja delgada que se hace con pasta de fibras vegetales. La Real Academia Española (RAE) atribuye el origen etimológico del término al vocablo catalán paper que, a su vez, derivaría del latín papyrus.
Las fibras usadas, que pueden proceder de la madera, la paja u otras fuentes, son molidas, blanqueadas y desleídas en agua. Luego se realiza un proceso de secado y de endurecimiento mediante distintos mecanismos.
Historia del papel
El papel fue desarrollado por los chinos a base de los residuos de la seda, la paja de arroz o cáñamo y el algodón durante el siglo II. Anteriormente, los egipcios habían desarrollado el papiro a partir del tallo de plantas que crecían a orillas del río Nilo, mientras que los europeos apelaban a los pergaminos creados con pieles curtidas.
Hoy existe una infinidad de tipos de papel, que se diferencian en cuanto a la durabilidad (la capacidad para cumplir con sus funciones durante un uso prolongado), la estabilidad (para conservar sus dimensiones pese a los cambios de las condiciones atmosféricas) y la resiliencia (la facultad para recuperar su forma original tras haber sido deformado). Incluso es posible reciclar papeles usados para evitar la tala de árboles que implica producir más papel.
Distintas clasificaciones
Asimismo tampoco hay que olvidar que actualmente el papel se suele clasificar además teniendo en cuenta el formato del mismo. Eso supone que podamos hablar del papel A0, A1, A2, A3, A4, A5, A6, A7 o A8.
Es interesante, de igual modo, tener claro que a la hora de clasificar cualquier tipo de papel de manera más profunda se tendrán en cuenta otra serie amplia de criterios tales como su rigidez, la resistencia a lo que sería la presión, el peso, el grado de blancura que tiene, la opacidad que presenta o su porosidad.
Usos del papel
A todo ello habría que añadir el hecho de que hoy el papel no sólo es un elemento que se convierte en herramienta de comunicación sino también en un material imprescindible para el arte. Así, existe la llamada papiroflexia, que se encarga de utilizar papel para realizar todo tipo de figuras, o incluso existen escultores que recurren a este material para crear de manera original sus obras.
Por supuesto, no hay que olvidarse tampoco que se usa el papel para fabricar dinero, concretamente billetes, e incluso para crear todo tipo de mobiliario para el hogar o una oficina.
El concepto en diversos ámbitos
En el lenguaje cotidiano, el concepto de papel se usa para nombrar a cualquier hoja o pedazo de papel, ya sea escrito a mano, impreso o en blanco. Por ejemplo: “Por favor, alcánzame un papel así te anoto mi número de teléfono”, “Me quedé sin papel y aún tengo que seguir escribiendo”, “No encuentro el papel donde anoté las cosas que tenemos que comprar en el supermercado”.
Es importante tener claro, asimismo, que dentro del mundo de la interpretación también se hace utilización del término, pero con otro significado. En concreto, en este caso dicha palabra es sinónimo de personaje. De esta manera, se suele decir “A mi amigo actor le han dado un papel de médico en la película de uno de los directores más importantes del país”.