Se denomina parkour a una actividad física no competitiva basada en la capacidad motriz de las personas. La disciplina consiste en avanzar en línea recta superando los obstáculos del terreno sin el uso de complementos, soportes ni accesorios de ningún tipo.
Quien practica parkour debe desarrollar al máximo su capacidad de desplazarse, adaptándose al medio y evadiendo las dificultades con su cuerpo. Correr, trepar y saltar son las acciones más habituales del parkour.
Los orígenes del parkour se vinculan al método natural de entrenamiento propuesto por el militar francés Georges Hébert (1875–1957), quien se inspiró en tribus africanas. Entre los primeros practicantes de parkour aparecen los integrantes del grupo Yamakasi, como los actores David Belle y Sébastien Foucan.
A quienes hacen esta actividad se los denomina traceurs. Estos atletas realizan diversas piruetas y acrobacias aunque, según los principios filosóficos del parkour, no deben poner en riesgo sus vidas.
Más allá de esta cuestión, es usual que incurran en acciones peligrosas. Los traceurs pueden saltar grandes distancias o desde mucha altura, con lo cual deben procurarse una caída segura. Las lesiones, de todos modos, son frecuentes, sobre todo a medida que se encaran desafíos más complicados.
Con la práctica cotidiana de parkour, el entrenamiento permite incrementar la agilidad, la flexibilidad y la coordinación. Los expertos en estas técnicas aseguran que individuos de todas las edades pueden iniciarse en la actividad, aunque siempre de acuerdo a sus posibilidades físicas. Al igual que con cualquier deporte, es importante realizarse un chequeo médico antes de comenzar con las rutinas.
A simple vista, una práctica de parkour da la sensación de haber sido creada con efectos especiales, ya que la agilidad de los traceurs para moverse por su entorno parece imposible para un ser de nuestra especie. Sin embargo, como todas las disciplinas, los despliegues más impresionantes suelen tener lugar después de muchos años de duro entrenamiento y férrea disciplina.
El parkour tiene una serie muy extensa de movimientos y técnicas, que se dividen en tres categorías: desplazamiento, saltos y otros. A continuación comenzaremos describiendo algunas de las que pertenecen al desplazamiento:
* pasavallas: es uno de los movimientos básicos. Su objetivo es superar el obstáculo de la manera más eficiente posible, usando una sola mano para apoyarse. Sirve para enlazar dos tramos de carrera sin perder velocidad si en el medio existe un elemento tal como una valla;
* pasavallas apoyo: comienza yendo directamente hacia el obstáculo y continúa con el apoyo de una mano y del pie contrario para que el movimiento sea fluido;
* cambio, 180 o demi tour: se usan las manos para dar media vuelta y quedar de espaldas una vez superada una valla o un muro;
* gato o monkey: un salto que consiste en flanquear un elemento usando las manos para apoyarse sobre él en paralelo a lo largo del recorrido, para luego pasar ambas piernas flexionadas entre los brazos y el obstáculo.
Veamos algunos de los saltos más importantes:
* precisión: conocido en el habla cotidiana como «preci», no requiere carrera previa y tiene como objetivo la recepción en un muro, una valla o cualquier otro espacio estrecho. Se puede hacer con un pie o con ambos;
* distensión: el punto en el que aterriza la persona se encuentra a un nivel diferente del inicio del salto;
* de brazo: sirve para alcanzar con los brazos algún punto al que sea imposible llegar simplemente con los pies;
* fondo: se hace en sentido descendente. Según la inercia hacia el frente, puede convenir una rotación.
En la categoría «otros», destacan:
* grimpeo: para pasar por encima de un muro alto, se toma carrera y se patea el mismo para ascender. Llegada la cima, se usan las manos para continuar;
* plancha: se usa para alcanzar una posición en la cual podamos aguantar el peso del cuerpo completamente estirado con las manos sobre una barra horizontal.