Las notas al pie de página son aquellas que ofrecen información adicional que resulta de interés para el lector, pero que no pueden incluirse dentro del texto corriente de manera fluida. Por lo tanto, se realiza algún tipo de llamada (como un asterisco o un número) y se consigna la información al final de la hoja.
En ocasiones, estas notas se ubican al concluir un capítulo o directamente al final del libro, aunque esto constituye una incomodidad para el lector.
Características de una nota al pie de página
Las notas de pie de página suelen incluir referencias a la fuente, fuentes adicionales o informaciones que no pertenecen a la línea general del argumento presentado por el autor, pero que pueden complementarlo o contrastarlo.
Se supone que las notas al pie de página sólo aparecen cuando es necesario. Es decir, que un texto presente abundantes notas de este tipo no quiere decir que es más completo, sino que ha sido escrito con un mal estilo de redacción. Los argumentos elaborados o las explicaciones adicionales deben ser incorporados directamente al texto corriente.
Otros usos del concepto
Cabe destacar que el concepto de pie no se utiliza sólo en estas clases de notas. Los comentarios breves que aparecen debajo de una fotografía o de una ilustración, por ejemplo, también aparecen al pie. Por ejemplo: “Al pie de la imagen, podemos leer el nombre del deportista fotografiado”.
Por otra parte, cuando se dice que alguien repite al pie de la letra una explicación o una frase, esta repitiendo en forma literal lo mencionado por otra persona o en otra fuente.
Como se menciona más arriba, la nota al pie de página debe estar ligada a una parte del texto por medio de un símbolo fácil de identificar por cualquier lector: un número. De esta manera, en una misma página puede haber tantas notas aclaratorias como quepan en el espacio que se encuentra al final, ya que para relacionarlas nunca será necesario un número tan alto que pueda generar confusiones (no es normal que alcancen las diez, por ejemplo).
El pie de página en la actualidad
En la actualidad, el uso de la informática para la redacción de libros y otros tipos de creaciones literarias es tanto más normal que la elaboración a mano, que la mayoría de los escritores no deben preocuparse por las cuestiones de estilo y numeración de las notas al pie de página, ya que los programas se hacen cargo de manera automática de éstas y otras cuestiones. Por ejemplo, basta con agregar una nueva nota para que el procesador de texto la numere de forma correcta.
Con respecto al estilo de la fuente y el párrafo, este aspecto también se puede configurar, aunque existen ciertas reglas que limitan la libertad del escritor a la hora de personalizarlo. Una de ellas es que el ancho del pie de página no debería exceder el del resto del texto, es decir, de la suma de todas las columnas que compongan la página. El tamaño, por otra parte, suele ser menor, para indicar de forma visual que se trata de un complemento del contenido principal.
Es importante mencionar que una misma nota al pie de página puede extenderse al punto de no caber en una sola carilla. Si se hace manualmente, debe continuarse en la siguiente; en el caso de un programa informático, esta función se ejecuta de forma automática, aunque esto depende de cada herramienta en particular. De todos modos, nótese que una nota no debería ocupar más de dos páginas; si su extensión es tan grande, entonces probablemente deberíamos incluir su contenido junto con el principal. Un problema que puede darse es que la nota no pueda dividirse porque en la página siguiente comience un nuevo capítulo, y entonces la única opción es acortarla.