El proscenio es el sector del escenario que se encuentra más cerca de los espectadores. Los orígenes etimológicos del término nos llevan al latín proscenĭum.
No obstante este, a su vez, deriva del griego proskenion, que comenzó significando “entrada de una tienda” para luego convertirse en “espacio delantero donde actuaban los actores de una obra de teatro”. Esa palabra griega tenemos que subrayar, además, que se encuentra conformada por dos partes claramente diferenciadas:
- El prefijo pro-, que significa “delante de”.
- El sustantivo skené, que es equivalente a “barraca” o “tienda de campaña”.
Características del proscenio
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) detalla que el proscenio es el espacio que se ubica entre el borde del escenario y la primera fila de butacas. El concepto también se emplea para nombrar al arco que se sitúa sobre el escenario y que enmarca la escena que los espectadores deben ver.
Además de todo lo expuesto, es importante que tengamos claro que el proscenio se divide en varias partes claramente diferenciadas como son las siguientes:
- Proscenio avanzado.
- La corbata, que se encuentra situada entre la zona donde se oculta el apuntador, la conocida popularmente como concha, y la línea luminosa donde se encuentran los focos y las candilejas en general.
- La gloria, que viene a ser la zona imaginaria en la que se sitúan los actores al finalizar la representación teatral para poder agradecer al público sus aplausos y vítores.
- El palco del proscenio, situado junto a la escena y al arco del escenario en sí.
En este sentido, se entiende que el escenario propiamente dicho (las tablas donde los actores se paran para interpretar sus personajes) se encuentra detrás del proscenio, que suele contar con un telón que se cierra y se abre de acuerdo a las necesidades de la función.
Otras configuraciones de las salas
Pese a que la existencia del proscenio es muy común en el teatro occidental actual, existen otras configuraciones de las salas. El proscenio implica que los espectadores estén ubicados justo enfrente del escenario. Cuando el teatro es circular, las butacas se disponen alrededor del escenario y, por lo tanto, no existe el proscenio.
Aunque hay teatros que no apuestan por incluir proscenio, los que sí lo poseen es porque sus propietarios consideran que trae consigo un importante número de beneficios, tales como estos:
- Favorece que se pueda llevar a cabo, de manera rápida y sin dificultad, los cambios de escenografía, gracias a que se dispone de tramoya y de espacios laterales.
- Existe una clara delimitación entre los actores y el público.
- Los intérpretes que se suban al escenario tendrán la ventaja de que se podrán dirigir al público asistente al mismo tiempo.
Al actuar en el proscenio, el intérprete se enfrenta casi cara a cara con los espectadores. Es posible que existan intercambios de miradas y que se noten los diversos matices en la voz de los actores. Si se cierra el telón, el proscenio (entendido como la parte delantera del escenario) queda oculto y la audiencia ya no puede visualizar qué ocurre sobre el escenario.