Radioteatro es un concepto que se emplea en algunos países sudamericanos como sinónimo de radionovela. Se trata de una novela que se transmite a través de la radiodifusión.
El radioteatro, por lo tanto, se compone de palabras, efectos sonoros y música que permiten contar una historia. A diferencia de las novelas que se emiten por televisión, en este caso el público debe imaginarse los sucesos ya que, obviamente, la radio no cuenta con imágenes.
Hay quienes diferencian entre radioteatros y radionovelas, señalando que las radionovelas son series que se emiten por capítulo, mientras que los radioteatros resultan equivalentes a las obras de teatro (que comienzan y finalizan en una misma emisión, sin que existan interrupciones).
Características del radioteatro
Como sucede en otras formas de arte, el radioteatro se beneficia de dicha limitación, ya que los actores y los sonidistas deben hacer un esfuerzo mayor para comunicar las historias, lo cual puede resultar en una experiencia más intensa que la ofrecida por la televisión o el cine, especialmente gracias a la intimidad que existe entre la radio y el oyente.
Creamos o no en que «una imagen vale más que mil palabras», es innegable que las películas no deben tomarse el tiempo de describir textualmente la tristeza de un personaje, o la intensidad del viento, como sí debe hacer un escritor en las líneas que componen sus creaciones. Del mismo modo, los participantes de una producción de radioteatro necesitan conseguir que la ausencia de imágenes visuales no afecte negativamente el contenido o la comprensión del público, y eso hace que no pueda ser comparado con la literatura o el cine, aunque las tendencias hayan conseguido que estos últimos lo desplazaran.
En la primera mitad del siglo XX, los radioteatros estaban entre las alternativas de ocio más populares en todo el mundo. Sin embargo, la invención de la TV le hizo perder espacio y, poco a poco, los radioteatros comenzaron a desaparecer. En la actualidad, un porcentaje muy bajo de la programación radial es ocupado por radioteatros.
«La guerra de los mundos»
Uno de los radioteatros más famosos de la historia se emitió el 30 de octubre de 1938, cuando el norteamericano Orson Welles adaptó la novela “La guerra de los mundos”, de H.G. Wells.
Pese a que, en el comienzo se aclaraba que se trataba de una obra de ficción, oyentes que sintonizaron el radioteatro con la emisión ya empezada pensaron que, efectivamente, la Tierra estaba siendo atacada por extraterrestres. De este modo, se produjo una agitación popular y los servicios de emergencia colapsaron ante los llamados de la gente.
Otros ejemplos de radioteatros
A pesar de que en la actualidad el radioteatro no goce de la misma popularidad que las otras formas de entretenimiento, gracias al trabajo de aquellas personas que siguen creyendo en el potencial de contar una historia sin imágenes visuales aún conserva su espacio en el mundo radiofónico. Veamos algunos ejemplos de la presencia del radioteatro en el siglo XXI:
- En 2003 y 2004, el productor y escritor argentino Alberto Migré colaboró con el resurgimiento del radioteatro en su país a través de un programa que se emitía los domingos por la noche, en un ciclo que llamó «Permiso para imaginar«. Uno de los puntos fuertes de su propuesta fue la inclusión de actores y actrices de gran talla.
- También en Argentina, la reconocida directora y actriz Nora Massi estuvo al frente de un ciclo de radioteatro emitido por Radio Nacional.
- En Chile, «El Siniestro Doctor Mortis» es un claro ejemplo de una serie de radioteatro que se mantuvo viva a lo largo de varias décadas, desde los años 40 hasta los 80. El guion estuvo siempre a cargo de Juan Marino Cabello y fueron varias las emisoras que lo publicaron a lo largo de su presencia en el medio.
- Hasta mediados de 2003, «Historias» fue un programa de radioteatro que se emitía regularmente en Radio 1, de España.