Una represalia es una venganza o una respuesta de castigo a algún tipo de agresión. Quien ejecuta la represalia -término proveniente del latín repraesaliae– busca obtener una satisfacción del daño recibido.
Por ejemplo: “Sus insultos me dolieron, pero no voy a tomar represalias”, “La represalia fue durísima e incluyó ataques con piedras y palos”, “En represalia a las palabras del cantante, los habitantes de Turuguayú quemaron sus discos en la plaza del pueblo”.
Tomemos el caso de un conflicto entre vecinos. Un hombre se queja porque, en la casa de al lado, hay un perro que ladra durante todo el día. Esta persona intenta hablar y explicarle a los dueños del animal las molestias que le producen los ladridos, pero sus vecinos no entran en razones. El hombre afectado, por lo tanto, decide escuchar música a todo volumen a la madrugada, en represalia a los daños que le ocasionan sus vecinos.
Las represalías en la Guerra Civil
En el caso de España, tenemos que decir que históricamente se habla de los represaliados de la Guerra Civil y del franquismo. Estos podemos establecer que son todos aquellos hombres y mujeres que, fundamentalmente por sus ideas políticas opuestas al régimen que se instauró, fueron víctimas de todo tipo de torturas y maltratos e incluso fueron encarcelados y asesinados por el bando que resultó vencedor y que estableció una dictadura en el país con Francisco Franco como líder.
En concreto, aunque es difícil establecer un número exacto, tenemos que decir que se calcula que más de 750.000 personas fueron las víctimas de aquella dictadura. Entre aquellas se encuentran desde las que lo fueron por pertenecer a un sindicato o a un partido político como las que sufrieron represalias por formar parte de minorías étnicas, de determinadas asociaciones culturales, de colectivos con determinada orientación sexual o por encuadrarse dentro de grupos de resistencia que abiertamente se manifestaron en contra de Franco y del régimen político que se puso en marcha.
El concepto en el ámbito internacional
Las represalias también aparecen en el marco de las relaciones internacionales. Lo habitual es que una represalia sea una medida adoptada por un Estado contra otro para responder a los actos adversos de este, aunque sin llegar a la ruptura de las relaciones diplomáticas.
En la Antigua Grecia es donde podemos decir que se encuentra el origen del uso del término desde un punto de vista del derecho internacional y de relaciones entre países. Así, podemos descubrir que, en el año 423 a. C. y como consecuencia de la Guerra del Peloponeso, en Atenas se estableció el conocido Decreto de Megara. Mediante este los hélades, los antiguos griegos, prohibieron a los mercaderes de Megara entrar en sus puertos.
Represalias más allá del marco legal
A lo largo de la historia, sin embargo, se han registrado todo tipo de represalias que se encuentran fuera de cualquier marco legal, como bombardeos a población civil en respuesta a actos terroristas.
Podemos considerar una situación de este tipo cuando un gobierno acusa a otro de brindar respaldo a un grupo guerrillero. Pese a la negativa de los líderes de la otra nación, los dirigentes del país que se siente afectado por la actitud del otro deciden interrumpir el intercambio comercial a modo de represalia.