Resarcimiento es la acción y efecto de resarcir. Este verbo, con origen en un vocablo latino y hace referencia a reparar, compensar o indemnizar un daño o perjuicio. El resarcimiento, por lo tanto, es una reparación, compensación o indemnización.
Algunos ejemplos en los que se utiliza el concepto son los siguientes: «La conducta de la empresa generó un importante daño a los trabajadores, quienes tienen derecho a exigir un resarcimiento», «Te sugiero que cumplas con lo pactado o me veré obligado a llamar a mi abogado para reclamar un resarcimiento», «No me dieron la habitación que había reservado ya que estaba en remodelación, pero al menos me regalaron una noche de estadía como resarcimiento».
Resarcimiento en la industria de los seguros
La noción de resarcimiento es frecuente en el ámbito de los seguros. Los contratos de seguro implican obligaciones y derechos recíprocos para el asegurador (la empresa que presta el servicio) y el asegurado (la persona que lo contrata).
La lógica de las pólizas supone que el asegurado paga una prima para obtener un resarcimiento en caso de sufrir algún tipo de daño. Esto quiere decir que si una persona asegura su casa contra todo riesgo y ésta se incendia, la aseguradora deberá resarcir a su cliente.
El resarcimiento, de todas formas, suele entenderse como una reparación que realiza quien comete el daño (en el caso del ejemplo anterior, la aseguradora no incendió la casa, sino que tiene la obligación de responder por la póliza). Si una persona realiza obras en su domicilio y afecta al vecino, deberá resarcirlo de alguna forma por el daño causado, aunque sea involuntario.
El término en el ámbito jurídico
Hay un concepto que se conoce como indemnización por daños y perjuicios que también se llama simplemente resarcimiento, sobre todo se le conoce así en el ámbito jurídico. Se trata de una acción que se le otorga a la víctima o a un acreedor para exigir parte de la cantidad de dinero equivalente a la totalidad de los beneficios que se han perdido a causa de una determinada acción de una persona específica.
Cuando hablamos de indemnización estamos haciendo referencia al desembolso que realiza una determinada empresa de seguro en el cumplimiento del contrato al que se ha suscrito un asegurado, o a la realización del pago por parte del Estado, en ejercicio de su ius imperium.
Por otro lado, si queremos definir con claridad el concepto de perjuicio diremos que se trata de un daño en el patrimonio del acreedor; el cual tiene lugar a causa del accionar incorrecto de la parte victimaria. Por ejemplo, si una persona estropea una maquinaria que le ha sido dada en préstamo deberá pagar por los daños causados abonando el dinero acorde al valor de dichos daños.
No obstante, el daño puede no ser físico; por ejemplo, si un inquilino no ha podido pagar el último año de alquiler, el casero puede exigirle que le abone la suma total de los pagos con la amenaza de echarlo de la propiedad en caso de incumplimiento de dicho resarcimiento.
Existen dos tipos de resarcimiento de esta clase: contractual (el que debe pagar un deudor en caso de que no cumpla con lo pactado en el contrato) y extracontractual (el que deriva de la acción u omisión dolosa o culpable que es causada por el daño cometido contra otra persona).