Salto es la consecuencia de saltar: un movimiento que una persona lleva a cabo para despegarse de la superficie del suelo y así salvar una cierta distancia o acceder a aquello que, de otra manera, sería inaccesible. Largo, por su parte, es algo que dispone de una longitud considerable.
El salto largo, también conocido como salto de longitud, es la denominación de una disciplina que forma parte del atletismo. La competencia consiste en realizar un salto después de una carrera corta para cubrir la mayor distancia posible en sentido horizontal.
Cómo se desarrolla la prueba del salto largo
El atleta, de este modo, dispone de un área específica para realizar la carrera que le permite tomar impulso y realizar su salto. Existe una línea que marca el límite de carrera: si la persona pisa esa línea, su salto largo será invalidado.
Cuando el atleta realiza su salto, cae en una especie de pileta de arena húmeda. La marca más retrasada que deje sobre la arena se considerará como la distancia cubierta con su salto (que empieza a medirse desde el mencionado límite para terminar con la carrera e iniciar el salto).
Las mejores marcas
En las pruebas de salto largo, cada competidor realiza tres saltos por ronda. Se considera el mejor salto de cada competidor para determinar quién clasifica a la siguiente ronda y luego quién gana la prueba.
En agosto de 2021, el récord mundial masculino de salto largo lo tiene el estadounidense Mike Powell, quien en 1991 consiguió saltar una distancia de 8,95 metros. La mejor marca femenina, por su parte, pertenece a la rusa Galina Chistyakova: saltó 7,52 metros en 1988.
Fases del salto largo
Los requisitos para realizar un salto largo correcto y exitoso son varios: velocidad, fuerza en las piernas, flexibilidad, técnica y coordinación. Se trata de una disciplina que se domina tras años de entrenamiento y dedicación. A continuación se describen las tres fases en las cuales se divide.
De carrera
En esta fase, la longitud de la carrera va de los 16 a los 20 metros, o bien 50 para los atletas de nivel profesional.
De impulso
El objetivo en esta fase es conseguir el impulso vertical más alto sin perder velocidad. Para conseguirlo, es necesario que el penúltimo paso sea más largo que los anteriores y el último, ligeramente menos extenso. De este modo se vuelve más fácil impulsarse hacia arriba desde el centro de gravedad sin que la velocidad disminuya de manera considerable.
De suspensión
También se conoce como fase de vuelo, y se divide en tres posibles técnicas que apuntan a la adopción de una posición final estable y balanceada.
Técnicas de la fase de vuelo
* técnica natural: sirve especialmente para saltos cortos y para personas con poca experiencia. Su ejecución no es compleja, ya que basta con unir la pierna libre a la batida en medio de la suspensión para realizar la traslación en dicha posición (que se asemeja a la que tenemos cuando estamos sentados). Con esta técnica no es muy posible efectuar saltos buenos;
* técnica extensión: se debe flexionar la espalda hacia el frente mientras se estiran las piernas, manteniéndose en posición para que las piernas no desciendan durante la caída. En comparación con la técnica natural, ésta es preferible y puede ofrecer medio metro extra si se efectúa correctamente,
* técnica de tijeras: también se denomina de paso, y consiste en cerrar continuamente las piernas, como si estuviera caminando rápidamente en el aire. De acuerdo con la cantidad de «pasos» que efectúe mientras se encuentra suspendido, el salto recibe un nombre diferente, como ser «de 2 y medio», «de 3 y medio», etcétera. Para hacer el medio, la persona debe llevar la pierna libre hacia el frente, habiéndola recogido y flexionado de antemano, y luego extenderla a medias a la misma altura que la otra. Los brazos juegan un papel primordial para mantener el equilibrio durante este movimiento, rotando horizontalmente al nivel del hombro.