La vejiga es el órgano que recibe la orina de los uréteres y la expulsa al exterior del cuerpo a través de la uretra. Este órgano muscular y membranoso forma parte del aparato urinario de todos los mamíferos y actúa como una especie de bolsa para almacenar la orina producida por los riñones.
El latín es la lengua de la que procede, etimológicamente hablando, el término que estamos analizando. En este sentido, podemos decir que emana del vocablo vesica, que a su vez se sustenta en una raíz de origen indoeuropea.
La capacidad fisiológica normal de la vejiga oscila entre los 300 y los 350 centímetros cúbicos. A partir de dicha cantidad, surge el deseo de orinar. Cuando existe la retención de orina, la capacidad puede incrementarse hasta cerca de 3 litros mientras que, en los casos de cistitis, apenas alcanza los 50 centímetros cúbicos.
Composición de la vejiga
La pared de la vejiga está compuesta por tres capas: la capa serosa (formada por el peritoneo parietal), la capa muscular (con un músculo liso que se contrae durante la expulsión de la orina) y la capa mucosa (que presenta un epitelio de transición urinario y una lámina de tejido conjuntivo).
El cuello vesical, el trígono, la cúpula vesical o el ápex son otras de las partes interiores más importantes que tiene la vejiga donde tampoco faltan venas, nervios, linfáticos y arterias.
La cistoscopia ofrece el método apropiado para el análisis de la vejiga. Se trata de un exploración endoscópica que consiste en la introducción de un tubo con una cámara de vídeo a través del meato uretral, permitiendo que el médico observe la uretra y la vejiga.
Enfermedades más habituales
Entre las enfermedades más habituales que se producen en el cuerpo del ser humano y que afectan a la mencionada vejiga tendríamos que destacar, por ejemplo, la cistitis. Esta es una inflamación, tanto temporal como crónica, de aquella que produce fiebre, dolor intenso, un mayor número de las micciones y también debilidad.
No obstante, más patologías que afectan a dicha parte del cuerpo son la incontinencia; lo que sería la pérdida del absoluto control vesical; y el cáncer de vejiga. El consumo frecuente de tabaco o café así como determinados productos químicos, varios fármacos o la radiación en la zona pélvica son otras de las causas que originan esta última grave enfermedad.
Según los estudios llevados a cabo por profesionales del ámbito sanitario aquella severa patología suele afectar más a hombres que a mujeres y se ha visto aumentada de manera alarmante en las últimas décadas.
Cabe destacar que los traumatismos de vejiga por golpes violentos o heridas cortantes pueden ser muy graves y llevar a la muerte. Otras lesiones de la vejiga surgen por motivos no violentos, como la realización de una cesárea o el alcoholismo crónico. Una lesión en la vejiga llena puede causar una filtración de orina hacia el abdomen, causando una peritonitis.
Vejiga natatoria
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto la existencia de lo que se conoce como vejiga natatoria.
Se trata de una membrana que tienen diversas especies de peces y que les ayuda a mantenerse entre dos tipos de aguas sin necesidad de acometer grandes esfuerzos.